Lluvias alejan a turistas del Pueblo Mágico

La afluencia de visitantes de la Laguna de los Siete Colores y el Cenote Azul se vio limitada por las condiciones del clima.

|
Prestadores de servicios dijeron no “quejarse”, pues este verano está siendo de los mejor en los últimos años. (Carlos Horta/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Carlos Horta/SIPSE
BACALAR, Q.Roo.- La afluencia de visitantes foráneos a la Laguna de los Siete Colores y el Cenote Azul, dos de los principales atractivos turísticos de Bacalar, se vio limitada por las condiciones poco favorables del clima, aunque prestadores de servicios dijeron no “quejarse”, pues este verano está siendo de los mejor en los últimos años.

Luego de mantener durante la semana un ritmo de vacacionistas que generó enormes expectativas en el sector turístico y de servicios en el Pueblo Mágico, las lluvias registradas durante la madrugada en el extremo sur de la entidad, combinadas con eventuales nubarrones cerca del mediodía, afectó el interés de paseantes provenientes de estados vecinos.

Muchos de los autobuses que llegaron en plan de excursión el sábado, izaron velas con destino a otros centros turísticos ubicados más al norte, inclusive con dirección al estado de Yucatán.

El comentario de muchos de estos turistas fue de satisfacción, un lugar accesible en cuanto al costo de los alimentos y el hospedaje, aunque consideraron que hace falta un poco más de infraestructura, como paraderos turístico y balnearios, pues únicamente parecen contar con uno.

“O eso fue lo que nos dijeron. Nosotros vimos que la laguna, preciosa de verdad, es enorme. No sé por qué no hay más accesos para los turistas que venimos en coche particular y preferimos hacer día de campo”, comentó doña Josefina Quezada, que recién pasó una noche en Bacalar y que se dirigía, con su esposo y sus dos hijos adolescentes, a Tulum.

Otra familia que se apresuraba para abordar el omnibús, solamente alcanzaron a expresar que el lugar es un paraíso, que los precios son accesibles, pero que hace falta algún medio de transporte para ir del hotel al pueblo. “No tuvimos chance de conocer el lugar. Sólo el balneario. Muy bonito”.

El pronóstico de 90 y hasta 100% de ocupación hecho por el presidente de la Asociación de Hoteles y Operadores Turísticos de Bacalar, Nicanor Piña Ugalde, no se hizo efectivo, pues, como suele suceder cada fin de semana, la gente que acudió al balneario y a los restaurantes fue en gran medida residentes chetumaleños.

Los visitantes locales sí consumen, pero no en la medida que los hacen los turistas foráneos, por lo que negocios ubicados en el Centro Histórico o en la carretera costera, lejos del Balneario Ejidal, prácticamente lucieron sin comensales.

Pero los turisteros bacalarenses saben que la temporada vacacional todavía no termina y fijan sus esperanzas en otra semana como la anterior, cuando se estimaron mil visitantes por día.

“Sólo así veremos claro”, coincidieron José María Padilla y Daniel González Castillo, propietarios de restaurantes. 

Lo más leído

skeleton





skeleton