Javier Ortiz/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El clima fresco que se ha resentido la última semana en territorio bacalarense, no ha sido lo suficiente para obstaculizar la producción de miel en el municipio de Bacalar, debido a que el clima gélido se retardó y consideran que no debe afectar la próxima cosecha que inicia a mediados de este mes y principios del próximo.

Rogelio Baruch Lucero, gerente de la empresa Apícola Renacimiento que aglutina un importante número de productores del municipio de Bacalar, señaló que la humedad ha favorecido para que no se detenga la producción, puesto que la floración aún mantiene suficiente néctar que necesitan las abejas para su labor de producción.

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Dijo que el clima frío que aún se siente, los esperaban para los meses de noviembre y diciembre, de tal modo que a estas alturas difícilmente podrá perjudicar la producción de la cual se espera una cosecha de aproximadamente 200 toneladas, como ha ocurrido en años anteriores, donde también han tenido que lidiar con situaciones adversas.

La actividad apícola se ha convertido en una de las actividades preponderantes del municipio de Bacalar, después de la agricultura y la ganadería, en virtud de que el número de familias que se dedican a esta actividad cada vez es mayor, según el mismo representante apícola quien señaló que este año por culminar incrementó un 15% el número de productores en el municipio bacalarense, es decir,  más de 80 nuevas familias ya se dedican a esta actividad, además de las 580 que ya lo hacían.

Precio del edulcorante

Indicó que el año pasado, el precio del endulzante se mantuvo en 42 pesos, por lo que esperan que este año les respeten el mismo precio, lo que vendría a aliviar las finanzas de los apicultores de este municipio, pues para llegar a la temporada de cosecha tuvieron que adoptar algunas medidas emergentes en la pasada sequía que les generó costos de producción.

Recordó que en algunos casos, los productores presentaron pérdidas de abejas las cuales se alejaron de las colmenas y ya no volvieron por lo que se vieron en la necesidad de conseguir otras, mientras que en otros casos se vieron obligados a la preparación de jarabes de azúcar como sustituto del néctar, lo que ayudó para mantener la actividad