Pedro Olive/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- En un día en el que normalmente poca gente va a la iglesia, decenas de personas ingresaron y llenaron desesperadamente el recinto sagrado Cristo Rey, ubicado en el parque de las palapas, esto, luego de que a las personas que se encontraban en la zona se enteraron de que cerca de la Glorieta El Ceviche había un enfrentamiento de marinos y policías ministeriales en contra de personas presuntamente ligadas al crimen organizado, por lo que sin preguntar, creyentes y no tanto, ingresaron al recinto.

“Estábamos en una actividad, recuerdo perfectamente que estábamos rezando cuando de repente escuchamos gritos y con los gritos, ingresaron corriendo, entre gritos y empujones decenas de personas alarmadas y lo único que escuchábamos era 'balaceras, balaceras', mientras la gente buscaba un rincón para resguardarse”, comentó Alejandra Medina, una creyente que estuvo en la iglesia al momento de la balacera.

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Mientras eso sucedía en la iglesia donde la gente buscaba refugio, en la “zona de fuego”, la tensión y nerviosismo contagiaban a los transeúntes, al grado de que un par de balas perdidas alcanzaron a un sujeto que comía en una taquería, que está junto al mercado “Ki Huic”.

El comensal que estaba prácticamente a espaldas del enfrentamiento, al escuchar las primeras detonaciones, intentó levantarse de inmediato para resguardarse; sin embargo, dos balas impactaron su brazo y pierna, ante esto buscó resguardarse ahí mismo, y lo hizo detrás de una nevera propiedad de la taquería donde estaba.

Trabajadores de la zona señalaron que al momento de escuchar las primeras detonaciones se acostaron pecho tierra y arrastrándose buscaron alejarse del lugar, internándose en los mismos locales, “fueron cerca de 15 minutos donde la tensión y nerviosismo nos invadió, gritamos, corrimos, nos arrastramos, pasó un tiempo en silencio, y luego las sirenas y todo el movimiento”, comentó Marco Morales, uno de los encargados de las taquerías de la zona.

Al realizar una inspección en el lugar, se observó que en la zona del camellón central donde quedó la camioneta había restos de vidrio, sangre, envolturas de las herramientas de los paramédicos, lodo esparcido, y un casquillo percutido que quedó sobre una rama de los árboles, y que no había sido levantado por elementos de ministeriales.

Para el mediodía de ayer, la gente pasaba por el lugar sin preocupación, únicamente los automovilistas que transitaban en la zona disminuían la velocidad de su unidad para ver cómo quedó la zona, y después emprender su marcha hacia su destino.

A unos metros del lugar de los hechos, en el cruce de las avenidas Cobá con Tulum, una joven que se dirigía a su trabajo encontró una bala calibre .223 que estaba tirada en la calle, y que presuntamente pertenecía a las personas relacionadas con el crimen organizado, y que habrían iniciado el enfrentamiento.

En el lugar también se lograron ver los restos de las cintas que se utilizaron para cercar la zona minutos después del enfrentamiento, y que únicamente se desamarraron de un extremo para dar vialidad a los automovilistas.

(Video: Pedro Olive)