Reservas, refugios naturales antihuracanes

La Biósfera Banco Chinchorro y el Parque Nacional Arrecifes de Xcalak tienen capacidad de resistir vientos de más de 250 kilómetros por hora.

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Son resistentes al paso de un huracán categoría 5. (Harold Alcocer/SIPSE)
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Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- La reserva de la Biósfera Banco Chinchorro y el Parque Nacional Arrecifes de Xcalak tienen la capacidad de resistir embates de viento de más de 250 kilómetros por hora producidos por un huracán categoría 5, cualidad que la naturaleza misma les ha brindado, así lo dio a conocer la directora de ambos complejos, María del Carmen García Rivas.

De acuerdo con la escala Saffir-Simpson, un huracán de esta magnitud puede producir vientos mayores o iguales a 250 kilómetros por hora y marea mayor o igual a 5.5 metros, suficiente para causar estragos en zonas urbanas y rurales, principalmente el desprendimiento de techos o tejados de viviendas imposibilitadas a resistirlos.

El primero ocupa una extensión de 40 kilómetros de largo por 20 kilómetros de ancho. Las embarcaciones son utilizadas para traslado de pescadores hacia tierra firme y dejarla desolada.

El segundo, demarca 40 kilómetros de zona costera. Es en toda esta área que las afectaciones se recrudecen, principalmente por la invasión del fuerte oleaje hacia tierra. Sin lugar a dudas, los vientos arrancan árboles de sus raíces y los depositan en sitios lejanos.

Sin embargo, la situación es distinta en estas dos áreas de reserva natural, que como el caso del huracán “Dean”, en el año 2007, que mantuvo  rachas de hasta 300 kilómetros por hora, demostró  su resistencia y renacimiento de las mismas áreas naturales.

En dado caso que durante la actual Temporada de Huracanes, que inició desde el 1 de junio, origine la llegada de fenómeno hidrometeorológico, las medidas preventivas arrancan un día y medio previo a que toque tierra.

En este punto, las instalaciones, herramientas y material científico se resguardan, así como el mobiliario, vehículos automotrices y personal laboral, hasta que termine el paso de los vientos.

 Es la misma Secretaría de Marina Armada de México (Semar) y Protección Civil, estatal y municipal, que a través del personal disponible ayuda a las acciones de resguardo y vigilancia, antes, durante y después del paso del fenómeno hidrometeorológico, explicó María del Carmen García Rivas.

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