Licety Díaz/SIPSE
Las instituciones bancarias insisten en no cobrar anualidad a los tarjetahabientes, siempre y cuando acepten un seguro por tres meses, el cual le es difícil darlo de baja y la anualidad se sigue cobrando.

Rafael del Moral González, delegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), dijo que una de las quejas más recurrentes que tienen es por cargos no reconocidos originados por seguros que a veces el cliente no pidió y de todas formas se lo asignan.

“Sabemos que hay promotores en las sucursales bancarias que tienen metas para la ejecución de seguros diversos, de vida, de automóviles, gastos médicos mayores, pero no necesariamente hay que aceptarlo aunque en ocasiones como tienen los datos se lo cargan al cliente, por lo que es responsabilidad del tarjetahabiente revisar los estados de cuentas con regularidad porque puede ser que desde hace meses les estén descontando algún seguro que no pidió”, señaló.

Cuando hay un cargo que no se reconoce de inmediato hay que reclamárselo al banco, y si no está autorizado hay que exigir la cancelación y que le devuelvan lo extraído sin consentimiento en la tarjeta de crédito.
De todas maneras -agregó el delegado- hay que interponer la queja ante la Condusef, para saber qué banco hace esas malas prácticas y aplicarle la multa.

Del Moral González asegura que también sucede que cargan seguros en el servicio telefónico, no está prohibido hacer promoción de ventas, lo que está incorrecto es que la persona no lo quiere y de todas formas se lo cargan. En el 2012 se presentaron 400 casos y en este año se reportan 60.

En un comunicado, la dependencia señala que desde 2011 ha observado que los ejecutivos de cuenta y el personal de las ventanillas de sucursales bancarias, no dan información detallada al ofrecer algún tipo de seguro, ni especifican el alcance real de las coberturas. Además, no se establecía el procedimiento para poder conservar una póliza o en su defecto deshacerse de ella.

La Condusef exhorta a los bancos y aseguradoras que redoblen esfuerzos para que los vendedores de seguros por teléfono se apeguen a las reglas establecidas.

Recomienda a los usuarios de servicios financieros estar alerta ante llamadas engañosas que buscan a toda costa venderles un seguro; si compran una póliza, que sea únicamente si lo necesitan o que no proporcionen datos personales, ni tampoco los de la tarjeta.