Enrique Mena/SIPSE

CHETUMAL, Q. Roo.- La corrupción, donde la participación de elementos policiacos involucra el ayudar a delincuentes para escapar, verse favorecidos en  algún proceso penal, evadir un delito menor o mayor, debe recibir la sanción administrativa, baja definitiva o en su caso prisión; lo anterior, para poner el ejemplo y evitar que en el futuro corto se involucren quienes brindan la seguridad pública en hechos delictivos.

 

El caso reciente, donde un policía estatal con grado de comandante pretendía ayudar a escapar a un cubano es reprochable.

 

Para el dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Jorge Marzuca Ferreiro, la infiltración de “supuestos” policías al interior de la Secrearía Estatal de Seguridad Pública (Sesp) no es un secreto a voces, en diversas ocasiones sale a la luz pública que efectivamente existen en la capital.Si bien es reconocible la labor de quienes mantienen su devoción y lealtad a la seguridad pública, como los que frenaron el paso de los dos policías estatales, Juan Manuel Pérez y Maximiliano Gómez Martínez, en el puesto de control vehicular del kilómetro 19 (a la salida de Chetumal) tratando de abrir camino al cubano prófugo, también se debe castigar obedeciendo el marco de la legalidad.

 

Mientras que, el regidor y presidente de la Comisión de Seguridad Pública en Othón P. Blanco, Rivelino Valdivia Villaseca, confió que en el caso de los Juzgados Penales, las sentencias han de mantener la jurisprudencia y apegadas a la procuración de la justicia, donde el castigo que se aplique mostrará que los policías están para salvaguardar el orden, no para utilizar el cargo otorgado para beneficio personal.

 

Aunque en reiteradas ocasiones el secretario de seguridad pública en Quintana Roo, Carlos Bibiano Villa Castillo, ha refrendado el compromiso para castigar a aquellos policías que no cumplen con “su deber” aplicando sanciones administrativas o cese inmediato de la corporación.