Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La dificultad para poner un negocio y mantenerlo, son las causas principales que manifiestan los vendedores ambulantes al ver como una oportunidad laboral el ofrecer sus productos a los visitantes de las playas de Cancún.

Desde los primeros rayos de sol, los comerciantes se disponen a preparar su mercancía para los bañistas quienes consumen desde fruta picada, kibis yucatecos, nieves, dulces, refrescos, salbutes y empanadas, sin que haya una garantía salubre en sus alimentos.

Las autoridades sólo los invitan a retirarse del arenal. José Mariscal de la Selva, director de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), indicó que suman más de 170 inspectores distribuidos en las playas, quienes realizan supervisiones en las de mayor de afluencia de visitantes. 

Los inspectores como no tienen atribución legal para retirarles la mercancía sólo les conminan a abandonar el lugar, por ello en coordinación con personal de la Dirección de Comercio en la Vía Pública realizan operativos.

Ganancias

Manuel Chan Cardoso, vendedor ambulante en playa del Niño, en Puerto Juárez, lleva más de tres años ofreciendo fruta picada; mencionó que en esta época la venta aumenta pues cada bolsa cuesta 25 pesos y al día entrega más de 70 pedidos al dueño de un restaurante aledaño, que al no tener venta en su negocio decidió sacar sus productos a la playa.