Claudia Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Entrar a la “Estrella de Tulum”, peluquería unisex, es viajar al pasado y dejarse consentir por las manos de Roberto Meneses Cuecuecha, experto peluquero que por cuatro décadas ha cortado miles de cabellos, profesión a la que dedica 12 horas diarias, tiempo en el que pasan por sus manos de 15 a 20 cabelleras de hombres y mujeres.

El cruce de las avenidas Tulum y López Portillo, fue el punto de partida hace 40 años para que la clase trabajadora de escasa economía construyera su vivienda, por lo que la zona de El Crucero, como se le conoce, se convirtió en centro de reunión comercial de la población y ahí se asentaron distintos comercios como la peluquería unisex que hasta ahora conserva la decoración y mobiliario de la época, con ello reta la modernidad de las estéticas y la innovación tecnológica y de servicios que las acompaña.  

El viaje al pasado en la “Estrella de Tulum” comienza desde que la persona se sienta en una de las antiguas sillas peluqueras, “mobiliario que sólo se puede ver a través de una película antigua”.

La base redonda hecha con hierro, lo mismo que la silla, descansa brazos y respaldo, soporta desde los 30 kilos de un niño hasta los más de 100 kilos que pueda tener un adulto; hasta la fecha la palanca que permite que la misma gire o suba y baje, funciona gracias al mantenimiento continuo que recibe, lo mismo que la parte blanda que cada determinado tiempo es retapizada. 

Hace 40 años la parte metálica lucía cromada y el tapiz original era de piel en color negro, hoy la parte metálica luce un color plateado y el tapiz del cojín y respaldo es en color negro de vinil.

Meneses Cuecuecha, originario de Tlaxcala, es un personaje muy conocido en la zona, tiene clientela específica que acude al lugar para que los atienda personalmente, incluso lo esperan si está ocupado. 

Una cabellera de hombre o mujer es un reto por lo general porque aún cuando su trabajo es cortar cabello desde los 14 años de vida, siempre lo hace como si fuera la primera vez, utiliza el peine y las tijeras con destreza, mientras platica con el cliente, de política, religión, familia, clima, cabello y muchas cosas más, a veces da consejos y otras sólo escucha. La mayoría de los clientes nuevos llegan al lugar por recomendación, entre sus clientes hay reconocidos empresarios de Cancún.