Sustentabilidad contra economía

Tal pareciera que una vida sustentable está peleada con la economía.

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Tal pareciera que una vida sustentable está peleada con la economía, pues a medida que se incrementa la población se elevan el consumo y la contaminación. El ritmo de vida nos ha orillado a cambiar nuestros hábitos de consumo; es decir, consumir sin pensar en el aquí y en el ahora; comprar por comprar es la nueva faceta que muchos presentamos como consumidores. Consumir productos va más allá de tener dinero y satisfacer nuestras necesidades esenciales; en el ahora del consumidor va implícito acceder a un nivel social determinado, donde prevalece la frase: cuánto tienes, tanto vales, y esto nos hace alejarnos de una sustentabilidad ambiental y sobre todo de un consumo responsable. Si ponemos en la balanza el costo beneficio del reciclaje, por ejemplo, tendríamos que entender que para poder reciclar hay primero que tener el producto a reciclar e iniciar un proceso de interacción del producto con la vida últil del mismo y del beneficio que nosotros obtengamos. Por ejemplo, si voy al mercado y utilizo una bolsa de material reciclado para transportar mis compras, debo valorar cuántas veces podré usar la misma bolsa, ya que una bolsa normal de polietileno no la puedo usar más de tres veces, porque se rompe con facilidad; la otra bolsa, la llamada “ecológica”, en condiciones normales me da una temporalidad de varios meses de uso y gracias al material de su elaboración el impacto ambiental al desecharla es casi nulo.

Si al terminar de comer limpio los restos de comida de mi plato utilizando las servilletas que usé durante la comida y retiro lo más que pueda de los residuos, este plato necesitará mucha menos agua para ser lavado. En otra acción común, si al lavarme los dientes lo hago utilizando una  porción media de agua en un vaso y no dejo la llave abierta durante el proceso, estaré ahorrando cuando menos de tres a cuatro litros de agua. Si siempre apago las luces de casa que no esté utilizando y manejo focos ahorradores, estaré cuidando el medio ambiente y reduciré hasta en 30% el consumo de energía eléctrica.

Amigos lectores, si ponemos en práctica estos consejos, seguramente nos daremos cuenta de que nuestra economía se ve favorecida y las nuevas generaciones nos lo van a agradecer al entregarles un planeta mejor cuidado para su desarrollo. Hasta la próxima.

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