Camaristas y Choferes, los más enfermizos en Cancún

De enero a la fecha hay un registro de nueve mil 202 riesgos de trabajo reclamados de los cuales siete mil 696 fueron calificados como accidentes de trabajo.

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Los problemas de columna entre los trabajadores del volante es el común denominador. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Claudia Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Los camaristas y choferes son los trabajadores que reportan mayor número de enfermedades de trabajo debido al tipo de actividades que realizan en donde la lumbalgia (problemas de columna) es el común denominador, aseveró la coordinadora delegacional de Salud en el Trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social, Elsa Sánchez Ortuño.
 
De enero a la fecha hay un registro de nueve mil 202 riesgos de trabajo reclamados de los cuales siete mil 696 fueron calificados como accidentes de trabajo (ocurrieron en las empresas), dentro de los cuales están los accidentes en trayecto que fueron mil 474 y 32 enfermedad del trabajo.
 
De acuerdo con la entrevistada los accidentes en trayecto que ocurren con mayor frecuencia son en motocicleta en donde el trabajador reporta gravedad en la mayoría de los casos. Otros accidentes aunque no repetitivos se presentan en cocinas de hoteles y restaurantes por cortadas, caídas, quemaduras.
 
En el caso de las enfermedades de trabajo o profesionales en esta zona se repiten continuamente son las lumbalgias (enfermedades de columna) en personas que realizan labores repetitivas y la sobrecarga afecta una parte del cuerpo en específico, como es el caso de los choferes que realizan esa labor por ocho horas o más. Las camaristas igualmente tienen esos problemas por el tipo de trabajo que realizan. 
 
Además de las caídas están algunas intoxicaciones porque las personas mezclan químicos de forma inapropiada (cloro y ácido muriático) que les provoca  neumonitis. El personal que labora en lavanderías también de los hoteles continuamente aspira vapores emanados por los productos que ahí se utilizan.
 
Otras enfermedades  nuevas dentro de este rubro son las tendinosas en masajistas y oficinistas que por realizar un trabajo mecánico repetitivo, las manos principalmente presentan lesiones. 
 
Los problemas de audición se reportan con trabajadores de aviación (azafatas, pilotos y mecánicos) por la constante exposición a un ruido intenso de estos se han calificado al menos tres casos.
 
Sánchez Ortuño indicó que los trabajadores al momento de accidentarse deben notificarlo de inmediato a la empresa y acudir a una valoración médica, de lo contrario no tendrá documento alguno que avale el accidente laboral y difícilmente podrán comprobarlo.
 
“Difícilmente un trabajador podría simular un accidente puesto que este debe ocurrir durante la jornada laboral o en trayecto y por lo general acuden a atención médica aunque hay algunos que no lo hacen sino hasta que el dolor es intenso, lo que complica la calificación en donde se establece relación, causa y daño, y si dejan pasar tiempo el patrón podría no reconocer el accidente”, indicó la entrevistada.
 
El IMSS establece pláticas con las empresas para prevenir este tipo de situaciones y dan prioridad a las que reportan más accidentes laborales en sus instalaciones, pero siempre y cuando la empresa acepte las recomendaciones o asesorías, porque no es una autoridad como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que puede intervenir y recomendar. 
 
En un riesgo de trabajo la persona permanece incapacidad el tiempo que amerite la recuperación de la persona y de acuerdo a la Ley el trabajador debe tener incapacidad hasta un término de 52 semanas o bien cuando se hayan establecido las secuelas o que ya se le haya dado el máximo beneficio al trabajador para su atención médica y su recuperación por lo que el tiempo es variable.
 
La responsable de salud en el trabajo dio como ejemplo una amputación en la que la recuperación puede ser de 28 días que sería el tiempo de cicatrización de la herida y es dado de alta o dependiendo de la situación se le da el término de las 52 semanas en lo que inicia la rehabilitación y prótesis y para ello se valoran las secuelas.
 
Un riesgo de trabajo puede provocar una incapacidad de por vida a la persona, lo que limitaría su desempeño laboral por el cual el IMSS hace una valoración y determina si el trabajador debe ser pensionado por invalidez.
 
Las incapacidades permanentes parciales son las que se dan de inicio y es por dos años, tiempo en el que se observa si hay recuperación en el trabajador  y puede reintegrarse al mercado laboral productivo otra modalidad son las incapacidades permanentes parciales que se determinan según el porcentaje de la lesión, la pérdida de un brazo da un 80%  de la pensión en base al salario y con dicha pensión la persona puede seguir laborando. 
 
La otra incapacidad permanente total es cuando el trabajador tiene limitaciones para desempeñar una labor y ya no puede reintegrarse al trabajo y debe ser pensionado, que podría ser una hemiplejia (parálisis) del 50% y en estos casos el porcentaje es menor.
 
La Ley del Seguro Social requiere de modificaciones urgentes de acuerdo a la realidad, hay enfermedades nuevas que no se contemplan para una pensión y hay otras enfermedades que ya no se registran en las personas (pasadas de moda).
 
La Ley otorga a los varones una pensión del 100% de pensión por la pérdida de genitales, y les permite seguir trabajando pero a quien pierde un ojo la pensión es menor y lo incapacita de por vida si su profesión era de chofer.
 
(Edición: Elvira Espinosa)

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