Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- El cambio en la ruta de los autobuses y “combis” que se dirigen a las comunidades rurales de Bacalar, que ya no pueden ingresar a la cabecera municipal, obliga a personas a caminar grandes distancias para alcanzar su destino.

Carlos Poot Chablé, comisariado ejidal de la comunidad de Isidro Fabela, señaló que gente enferma o de la tercera edad son los que más sufren con la medida adoptada por los líderes de la Untrac y el sindicato de taxistas de Bacalar, que cambiaron la ruta de recorrido de estas unidades.

“Por lo general, las personas utilizan estos transportes para acudir al doctor a revisión o a algún tratamiento que no les pueden brindar en su comunidad. Muchos de estos pacientes sufren diabetes y tienen que acudir al baño constantemente, producto de su enfermedad”, explicó el líder rural.

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Cuando la ruta permitía el ingreso del vehículo a la ciudad, los pasajeros se bajaban en el mercado, donde podían acudir a un baño, e incluso podían llegar a su destino final a pie, sin necesidad de gastar en otro transporte, aunque con trabajo por su padecimiento o por su avanzada edad.

“Ahora tienen que pagar un taxi para que los lleve a la avenida Libramiento, porque está lejos, además que pasan apuros cuando tienen necesidad de ir al baño”, dijo.

Aunado a ello, la ciudadanía no cuentan con paraderos apropiados en este lugar por lo que deben esperar su transporte largos períodos bajo el inclemente sol, apenas cobijados por la sombra que les obsequie algún establecimiento.

“Ni pensar cuando comiencen las lluvias, sobre todo por las mujeres, ancianos o niños; ni qué decir de la mercancía que comúnmente transportan a su localidad”, añadió.

Los líderes de la Untrac y del sindicato de taxistas llegaron a un acuerdo según su beneficio, pero dejaron a un lado la necesidad de los usuarios, que son los que finalmente les pagan, alegó.