Adrián Barreto/S IPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Las manifestaciones de taxistas de Tulum, en la carretera Playa del Carmen-Cancún de la tarde-noche del martes pasado, tuvieron eco en Playa del Carmen, donde se había convocado a una movilización de ese gremio que fue cancelada por oposición de la dirigencia y especialmente por el operativo de seguridad que fue montado en las principales avenidas de la ciudad y que sí generó una ola de detenciones a transportistas con permisos federales.

Desde temprana hora, las Policía Municipal Preventiva, el Grupo Antimotines y la Dirección de Tránsito recorrieron diversos puntos de la ciudad. El objetivo era dispersar las concentraciones que a través de mensajes de celular y redes sociales habían anunciado en la víspera integrantes del Sindicato de Taxistas “Lázaro Cárdenas del Río”.

Jacinto Aguilar Silvarán, secretario general de esa agrupación, aseguró que a su interior se hizo un llamado para evitar que se caiga en esas acciones, y aunque en otras ocasiones sus afiliados han protagonizado zafarranchos contra otros sectores de transportes, en esta ocasión se privilegiará el diálogo.

Reafirmó lo que Gabriel Medicuti Loría, secretario de Gobierno, anunció: a los socios taxistas que participen en las movilizaciones se les retirará la concesión, y si se es operador se sacará del padrón del sindicato.

La cita de los taxistas era al medio día en el estacionamiento de Centro Maya, pero solamente llegó un grupo de delegados para disuadir a los aventurados. El centro comercial fue vigilado con rondines realizado por dos convoyes de policías antimotines que además monitorearon la carretera federal.

Algunos taxistas consultados aseguraron que de un momento a otro podrían hacer el llamado para manifestarse, quizá cerrando el tránsito de la carretera federal, y aunque no revelaron quién estaría organizando las protestas, para Jacinto Aguilar responsabilizó a Carlos Alballero Pantoja, alias “Mamálucha”, como el orquestador de las movilizaciones que pretendió hacer su gremio el día de ayer.

Sin embargo, alguien pagó los platos rotos. Mientras se hacía el operativo para desactivar el levantamiento de los chafiretes, operadores de transporte turístico con regulación federal eran detenidos por Tránsito municipal con los motivos más inverosímiles y sus unidades llevadas a los corralones.