Alejandra Flores/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Ante una audiencia atenta y dispuesta a la sorpresa de la palabra que revela un dato, una anécdota, un mito infundado, Juan Pablo Gómez Morín, nieto de Diego Rivera, ofreció en Cancún una charla donde tanto su abuelo como la pintora Rina Lazo, fueron protagonistas.

Luego de la lectura de la semblanza de Diego Riviera en el contexto de muralismo mexicano, Gómez Morín compartió una selecta colección de fotos personales e históricas.

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Agradeció la invitación de Amigos del Planetario Ka’Yok’ y se dio tiempo para abundar en la vida de Rina Melanie Lazo Wasen, la colaborada predilecta de Diego Rivera.

Recordó que Rina Lazo vino a estudiar a La Esmeralda en la Ciudad de México, gracias a una beca que el presidente de Guatemala, Juan José Arévalo puso en sus manos, sitio donde conoció a Alfredo Zalce y donde surgió la oportunidad de trabajar con Rivera cuando elaboraba en el Hotel Del Prado su “Sueño de una tarde dominical en la Alameda”. 

De 1947 a 1957 Rina Lazo y Diego Rivera cultivaron una amistad que, a decir de la propia Rina, nunca fue de otra índole.

“Siempre le gustaba decir que anduvo con Zapata y que por eso lo pintaba, pero está muy bien documentado que mi abuelo nunca participó en la Revolución”, subrayó Gómez Morín.