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A pesar de la reglamentación federal, en algunas tiendas escolares aún se venden alimentos poco saludables. (Redacción/SIPSE)
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Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.-  Ven como un fracaso la estrategia de prohibir la comida chatarra en las escuelas, pues continúan con malas prácticas al ofrecer alimentos con alta aportación calórica.

Pese a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) impuso nuevas reglas a las tiendas escolares en 2014, estas metas no se han logrado, ni se ha mejorado la alimentación de los niños, indicaron médicos endocrinólogos en el marco de un foro de la diabetes realizado en Cancún. 

El Diario Oficial de la Federación publicó el 16 de mayo de 2014, un acuerdo entre los titulares de la SEP y la Secretaría de Salud, en el que prohibieron que en las escuelas se vendieran alimentos con alto contenido de azúcares simples, harinas refinadas, grasas o sodio que no cumplieran con los criterios nutrimentales de dicha disposición.

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Sin embargo, padres de familia se quejan que ninguna de esas estrategias han servido y tampoco que se les cuide desde casa en no llevar alimentos chatarra a clases, pues bastará con que acudan a la tiendita escolar para encontrar golosinas y alimentos “prohibidos” desde la Reforma Educativa de 2013 en la Ley General de Educación.

Especialistas en endocrinología coinciden en crear estrategias públicas de prevención como modificar el estilo de vida, comer más saludable y mantenerse activo en las escuelas, “no basta una hora a la semana de ejercicio en las escuelas, debemos apostar a que los niños se muevan más y que dejen el sofá, la cama y salgan a jugar, nadie está exento de presentar obesidad y tampoco estamos exentos en la presencia de diabetes desde la juventud, México tiene alta predisposición genética”, explicó Fernando Lavalle González, quien ha publicado seis investigaciones relacionadas con la diabetes. 

 “Si un niño desarrolla obesidad a los seis o siete años, y su predisposición genética es muy alta en diabetes, a los 25 años tendrá diabetes tipo 2, y antes de cumplir 40, en su edad más productiva, y si no está controlado, verá el inicio del deterioro de su salud”, dijo Guillermo González Gálvez, director y principal Investigador del Instituto Jalisciense de Investigación en Diabetes y Obesidad.

Un juez de distrito en Puebla respondió a una empresa que promovió un amparo para continuar con la venta y distribución de sus bebidas que carecía de interés legítimo para defender a los consumidores, puesto que no existe un vínculo entre la empresa y el derecho de los estudiantes, además de que era constitucional establecer restricciones en la venta, distribución y expendio en escuelas en el nivel básico, pues al ser menores de edad, tienen protección especial del estado mexicano.

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