Cancún gusta y convence

El anuncio de más inversiones multimillonarias sorprende gratamente en Cancún...

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El anuncio de más inversiones multimillonarias sorprende gratamente en Cancún. Aunque no debiera prevalecer tal asombro, porque ha tenido históricamente una envidiable capacidad para reponerse de contingencias, superar crisis, atraer capitales o reinventarse como producto turístico. Sigue brillando pese a huracanes, pandemias, alertas de viaje o actos violentos, problemas ajenos a las políticas públicas.

El presidente municipal, Remberto Estrada Barba, confirmó en días pasados que este año serán más de 800 millones de dólares invertidos en el sector, que significan más fuentes de empleo. Mencionó al desarrollo en Puerto Juárez, pero no es el único. Lo planeado en Puerto Cancún motiva por igual a hombres de negocio y servidores públicos.

Cancún tiene unos 30 mil cuartos en más de 120 centros de hospedaje. En 2016, su aeropuerto recibió a 21 millones de pasajeros de todo el planeta. Gracias a su ubicación y sus atractivos, además de la promoción y las estrategias puntuales, convence no solo a visitantes, también a inversionistas.

“Con resultados positivos y récords en afluencia de visitantes, oferta hotelera y derrama económica, mantenemos nuestro objetivo de ser una capital de oportunidades”, ha repetido Estrada Barba. Al revisar las estadísticas, sus dichos tienen asidero.

Porque no puede negarse que ha aumentado el número de visitantes, la estadía promedio y la derrama; como tampoco que se registra mayor retorno (vuelven los paseantes), se procura la diversificación, las tarifas son competitivas y se fomenta la erradicación de lastres que no aportaban.

Algo se ha hecho bien para alcanzar estos niveles. Que surjan retos y adversidades, es inevitable. Ocurre en referentes mundiales como Paris, Berlín o Nueva York. Por lo tanto, la misión debe ser alinear los intereses de los actores, privilegiando el bienestar colectivo. Si ello implica sacrificios, deberán tomar decisiones.

A Cancún le ha funcionado la estrategia en Estados Unidos y Canadá, dos emisores de turistas e inversores por tradición. Esto responde a dos verdades innegables. Primero: la Organización Mundial del Turismo estima que cuatro de cada cinco viajes son intrarregionales; es decir, entre vecinos, por lo cual ha sido correcta la apuesta en terreno.

Segundo: el TLCAN fue un trampolín para México ya que permitió el arribo de 20 millones de turistas internacionales, con línea creciente durante las últimas dos décadas. Lo mismo en el comercio y los negocios. Con todo, se ha conquistado otros mercados. Bien.

La imagen de Cancún es más que una coyuntura poco alegre. En todo caso, los esfuerzos no deben escatimarse para sortearla con éxito, como todas las anteriores.

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