El Ayuntamiento de Puerto Morelos pagó poco más de nueve millones de pesos por el servicio de recolección de basura a la empresa Bios Servicios Ambientales y de la Salud S.A. de C.V., la cual no aparece en el registro público, además de que no hay certeza de que el servicio se haya prestado.

En octubre de 2016, la recién electa alcaldesa del joven municipio de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña, anunció la puesta en operación de 10 camiones recolectores de basura, lo cuales fueron operados por la Dirección General de Servicios Públicos, según informó a través de boletines de prensa el propio Ayuntamiento.

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Con estos vehículos se cumplía con la demanda del servicio para los portomorelenses. Sin embargo, en julio de 2019 el municipio de Puerto Morelos contrató a la empresa Bios Servicios Ambientales y de la Salud para prestar el servicio durante cinco meses, del 1 de agosto al 21 de diciembre de 2019, con un costo unitario por tonelada de 720 pesos, lo que daría una suma general de nueve millones 848 mil pesos.

La compañía recolectora ganadora del contrato, cuyo apoderado legal es Gustavo Amador Carrasco, fue constituida en el municipio de Chignahuapan, Puebla, el 28 de enero del 2019, bajo la fe del notario público José Othón Carriles Hanan, según se lee en el contrato firmado entre las partes.

Es decir, con seis meses cumplidos en operación y sin aparente experiencia en el servicio público, el Ayuntamiento adjudicó estas labores por cinco meses a cambio de un pago que supera los 9.8 millones.

Bios Servicios Ambientales y de la Salud, aunque fue constituida en Chignahuapan, Puebla, tiene domicilio en la Ciudad de México, en el Barrio San Ignacio Manzana 1 Lote 64 de la Alcaldía Iztapalapa, uno de los barrios más marginados de la urbe, indica el contrato de prestación de servicios.

En una búsqueda a través de la herramienta Google Maps, cuyas imágenes fueron actualizadas en agosto de 2019, se observa que en dicho domicilio no hay aparentemente empresa alguna. Se trata de un domicilio particular y, a un costado, una tienda de abarrotes.

No hay oficinas, logotipos, marcas o en su caso herramientas de trabajo que indiquen que se trata de una empresa que, por su capacidad, recibe un contrato por más de 9.8 millones en un municipio a más de mil kilómetros de distancia.

Asimismo, en una búsqueda realizada en la plataforma Registro Público del Comercio, Bios Servicios Ambientales y de la Salud no aparece como empresa constituida.

Gustavo Amador Carrasco, el apoderado legal, aparece como propietario de otra empresa denominada Proresur, dedicada al mismo giro de recolección de residuos, pero fundada dos meses después que la primera, en marzo de 2019, y constituida bajo la fe del mismo notario público.

Vecinos de Puerto Morelos entrevistados por Novedades afirman que la recolección de basura fue siempre realizada por los mismos camiones puestos en operación por el municipio en octubre de 2016. Durante el periodo que esta empresa estuvo contratada, no hubo cambios en la dinámica de recolección.

Dichos vehículos puestos en operación en 2016 llevaban el logotipo del municipio de Puerto Morelos y trabajaron de forma continua hasta febrero de 2020, cuando fue suspendido de forma inesperada el servicio.

Luz María, una vecina del poblado, dijo que durante dos semanas la recolección de basura fue detenida y los camiones que prestaban el servicio fueron llevados a un corralón. Novedades pudo constatar la información con evidencias fotográficas.

Transcurridas las dos semanas y ante la queja de la ciudadanía, comenzaron a circular camiones de redila y otros más grandes conocidos como “Tortón” para llevarse la basura acumulada en las casas.

Así fue hasta que el Ayuntamiento dispuso nuevos vehículos para la recolección de residuos sólidos municipales, pero los que actualmente circulan son únicamente de color blanco, sin logotipos que permitan identificar la empresa operadora.

En su portal de Transparencia, el Ayuntamiento de Puerto Morelos tampoco ha transparentado si existen contratos con otra compañía, pues en el apartado de “contratos de obras, bienes y servicios” de 2019 únicamente ha anexado los contratos de arrendamiento de oficinas. En 2020 no se ha cargado información.