Cancún y Riviera Maya, líderes en desarrollos sustentables

De 40 proyectos que maneja la empresa en Gestión, Política y Planificación Ambiental, el 90% están en Quintana Roo.

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Existen algunas zonas que son señaladas como de conservación en las que la construcción no debe llegar. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- De los 40 proyectos que maneja la empresa nacional de consultores en Gestión, Política y Planificación Ambiental (GPPA) actualmente, 90% se concentra en Quintana Roo, cifra que convierte al Estado en líder en desarrollos sustentables.

A lo largo de 17 años, GPPA ha colaborado en 300 proyectos, de los cuales 80% pertenece a la entidad, un ejemplo de esto es Mayakoba, mismo que ha trascendido como ejemplo a nivel internacional por la gestión ambiental que maneja en sus instalaciones, de acuerdo con Héctor Alafita Vásquez, director de Operaciones en la empresa consultora.

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Una de las características que ha aplicado la consultora, a diferencia de otras, consiste en dar seguimiento a los proyectos con los que trabajó en la realización o modificaciones de su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).

“El seguimiento lo hacemos con la finalidad de verificar el cumplimiento de las operaciones y simplemente renunciamos a los desarrolladores o promoventes que no están dispuestos a cumplir con los requerimientos”, expuso Alafita Vásquez.

La Organización Mundial de Turismo (OMT) definió en 2013, 41 criterios básicos de turismo sustentable, cada uno hasta con cinco indicadores, y fueron evaluados en 14 destinos, en los que incluyeron a Cancún y la Riviera Maya, puntos que obtuvieron resultados positivos.

Lugares que no se pueden tocar

Las empresas registradas se comprometen a analizar y respetar el instrumento jurídico que da luz verde para utilizar el terreno determinado, ya que depende del tipo de suelo la densidad que accede a tener el establecimiento proyectado.

“Les brindamos las bases científicas y técnicas para poder diseñar, les ayudamos a asignar los lugares que no se pueden tocar y que se designan como zonas de conservación”, añadió el especialista.

Sin embargo, uno de los retos que enfrentan los consultores al momento de orientar a los promoventes, es al convencerlos que no es posible construir la cantidad máxima que indican los instrumentos legales, sino que varía de acuerdo con el tipo de suelo y las condiciones ecosistémicas

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