Carlos Castillo/SIPSE
CHETUMAL, Quintana Roo.- La Asociación Local de Productores de Caña de Azúcar de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), solicitó al Gobierno del Estado apoyo para la compra de maquinaria nueva, que será utilizada durante la próxima cosecha de caña.

Benjamín Gutiérrez Reyes, presidente de la organización, dijo que todas las cosechadoras datan desde hace 15 o 20 años, mientras que algunos tractores están desde que se inició la producción de caña en la ribera del río Hondo, por lo que cuentan con 30 y 40 años, ocasionando que se descompongan con facilidad y les genere atrasos.

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El líder cañero señaló que de 20 que poseen estos productores, únicamente dos funcionan a medias y consideró que es necesario el equipo para tener una buena cosecha, debido a que el estimado de cosecha pasó de un millón 600 mil en la zafra 2017-2018, mientras que en la 2018-2019, se tiene un estimado de un millón 920 mil toneladas.

Para este trabajo, añadió se cuenta con unos 50 tractores, 150 alzadoras y cerca de 500 camiones, aunque se necesita el apoyo del gobierno estatal para cumplir con la meta establecida en cuanto a la productividad.

Indicó que los productores no están acostumbrados a pedir, pues siempre han comprado maquinaria con sus propios recursos, pero un apoyo por parte de las autoridades del gobierno le sería de mucha ayuda a un cultivo que genera empleos y desarrollo para la zona.

Juan Silveira Mayen, presidente del comisariado ejidal de Carlos A. Madrazo, refirió que si bien su ejido es de los que más caña produce y le serviría mucho más este tipo de maquinaria.

Sin embargo, dijo que también es necesario que la fábrica de azúcar se vuelva eficiente toda vez que de nada va servir que estén cosechando rápido, si el ingenio perteneciente al grupo Beta San Miguel se la pase fallando como la zafra pasada.

Las solicitudes de apoyo fueron entregados, no sólo al Gobierno del Estado, sino al Gobierno Federal, por lo que esperan que haya una respuesta favorable, de lo contrario, se corre el riesgo que quede rezago en la recoja de caña como hace un par de años.