Capturan a recluso haciendo negocios en la cárcel

Ante la sospecha, se le cambió de celda y se encontraron varios productos para venta.

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Una cubeta con tepache se fermentaba para ser vendida al interior del penal, así como un celular con el que vendía llamadas. (Manuel Salazar/SIPSE)
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Manuel Salazar/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- Lo que parecía ser un movimiento de rutina solicitado por el alcaide de la cárcel municipal en Felipe Carrillo Puerto, se convirtió ayer en el hallazgo del negocio de un reo que aparentemente se dedicaba a la venta de destilados, ofrecía llamadas telefónicas a los reclusos y presuntamente consumía droga que conseguía en un intercambio de favores con otros detenidos.

Los hechos sucedieron luego de que el alcaide, Alfonso Pérez Maldonado, solicitara a la Dirección de Seguridad Pública la intervención del grupo táctico para efectuar el cambio de celda del recluso que responde al nombre de Gustavo Grajales Novelo, quien se encuentra preso desde hace cinco años y enfrenta varios procesos por el delito de robo.

Debido a que el grupo táctico ingresó de forma sorpresiva y directamente a la celda señalada, el detenido no tuvo tiempo de deshacerse de lo que pudiera comprometerlo por lo que al ser requerido por los elementos de Seguridad Pública para cambiarlo de celda, en forma paralela se llevó a cabo una revisión del espacio que tenía asignado, según el boletín de la Dirección de Seguridad Pública.

En la revisión, los agentes hallaron una cubeta de 20 litros en la que se fermentaba cáscara de piña con la que se pretendía fabricar tepache, que luego sería vendido como bebida etílica a los reclusos, se le aseguraron al preso 250 pesos, supuestamente producto de sus ventas más recientes, y un teléfono celular con su cargador con el que presuntamente vendía llamadas telefónicas al exterior para el resto de los presos; además, se le aseguró una pipa con residuos de marihuana en la que se supone fumaba el enervante en sus momentos libres.

Los policías que efectuaron de manera efectiva y sin problemas el cambio de celda solicitado por el alcaide de la cárcel pública, remitieron los objetos y productos asegurados a la Dirección de Seguridad Pública en tanto que el preso, al que se le acabó el negocio, fue reubicado a otra celda en donde existe mayor vigilancia y control por parte de los custodios y demás personal de vigilancia.

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