Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- En la entidad, cinco de cada 10 hogares que son revisados por controladores de plagas presentan daños en estructura, paredes, acabados, muebles y pisos, debido a la presencia de termitas no sólo externas, sino también subterráneas.

Dichas termitas viven en lugares húmedos, zonas de playa y en aquellos donde hay acumulación de madera, trabes y columnas con dicho material, pues son lugares idóneos para que estos insectos comiencen con su función de destruir todo a su paso. 

Cuando la termita está en la superficie y se opta por el control de esta, solamente se controlará al insecto que está presente, pero el mayor problema seguirá en el subsuelo que no está controlado, explicó Moisés Capetillo González, presidente de la Asociación Nacional de Controladores de Plagas Urbanas.

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La termita atraviesa materiales sólidos como madera y cemento y cuando ya se encuentra en paredes, se les ve en minas o galerías ocultándose en su camino para evitar la luz, pues al mínimo contacto automáticamente se deshidratan y mueren.

Cuando en un hogar hay señales de ellas, se distinguen en paredes y superficies planas por el camino semejante a aserrín, en estos casos, es recomendable hacer uso de personal especializado en control de plagas, para que no haya más pérdidas monetarias en reparación a causa de los daños.

“Desde la construcción se deben adoptar medidas de tipo mecánico poniendo barreras en el suelo para impedir que la termita afecte al inmueble a corto plazo, pues en el momento que la termita sube al inmueble y llega a muebles de madera se come todo”, dijo Capetillo González.

Protección a la vivienda

Estas afectaciones por termitas en la infraestructura de edificios o casas, no son desconocidas para profesionales de la construcción, por ello, recurren a productos que se inyectan en el subsuelo para ofrecer protección a la vivienda hasta por cinco años, explicó Alfonso Acosta, secretario técnico del Colegio de Arquitectos. 

La Asociación Nacional de Controladores de Plagas Urbanas recalcó la importancia de que a quien se contrate para el servicio sea una persona o empresa que cuente con licencia sanitaria y esté certificada, pues de ello dependerá del éxito en el control y de que no haya efectos nocivos en la salud de quien habita el hogar al estar en contacto con químicos y plaguicidas.

Las viviendas se deterioran en menos de cinco años por la termita subterránea y hacen el mismo daño como si la vivienda estuviera inundada, se pueden encontrar pisos y cielo rasos hundidos o disparejos.