Por Rafael R. Deustúa

El mundo cambió mucho desde que Walt Disney ideó los primeros largometrajes animados adaptando antiguas historias infantiles al siglo XX y de entonces a la fecha cambió mucho más, al igual que la empresa que él fundó.

A sabiendas de ésto la dirección actual recreó algunos viejos clásicos, entre ellos “La Cenicienta (1950)”, arriesgándose a no igualar la magia que las viejas cintas del fundador tenían. Viendo a la nueva “Cenicienta” en definitiva dar un paso atrás les ayudó a llegar más lejos.

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El libreto es muy parecido al original, iniciando con la feliz infancia de Cenicienta antes de la muerte de su madre. Luego de ello su padre se casa con la malvada Lady Tremaine, quién aprovecha la inesperada muerte de su flamante marido para apoderarse de su hogar y convertir a su hijastra en una sirvienta.

Encargaron el proyecto a Kenneth Branagh, actor clásico y director de experiencia quién tomó pocos riesgos en la adaptación, encargándose más de honrar la antigua cinta actualizándola al siglo XXI que tratando de reinterpretarla. Su narración es amena y segura, manteniendo un buen balance en la narrativa. No hace un musical, pero aprovecha bien la música -incluídos melodías de la original- para apoyar las imágenes.

Adaptación del cortometraje

Una jugada inteligente del director es que, a sabiendas de que no podía alterar mucho a sus héroes, enfatiza a sus villanos, más maleables y que a fín de cuentas definen la altura de los buenos. Cate Blanchett y Stellan Skarsgard son los dos actores más fuertes del reparto y logran excelentes villanos; de los buenos la más destacada es Helena Bonham Carter y su rol es breve. Lily James y Richard Madden cumplen, pero tenían menos libertades interpretativas.

Otro aspecto extraordinario son el diseño de producción y arte, con la escenografía y el vestuario en primer lugar. Cada detalle está bien cuidado, con originalidad y buena factura, lo que no es de extrañar pues entre los responsables están Dante Ferreti y Sandy Powell, cada uno con tres Oscar en sus campos.

Cenicienta es lo que se espera de ella, una película agradable y sencilla para pasar un buen rato en familia