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Hace falta un reglamento que indique la capacidad de carga para cada cenote. (Foto: Jesús Tijerina)
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Eva Murillo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Los cientos de cenotes que existen en Quintana Roo siguen explotándose turísticamente sin que exista una regulación para las actividades y el uso que se le da a los cuerpos de agua.

Aunque hay intentos en algunos municipios –Tulum y Solidaridad- para crear un reglamento, éste no se ha concluido, a pesar de que cada administración que llega tiene planes de crearlo, hasta ahora no existe nada concreto o que haya subido a revisión al Congreso local.

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Laura Hernández Terrones, quien fue presidenta nacional del Consejo de Cuenca del 2012-2016 y actualmente es investigadora del Centro Científico de Yucatán, señaló la urgencia de crear un reglamento que aplique en Quintana Roo.

De los estados que conforman la Península, Yucatán es el que cuenta con un reglamento para los dos mil 241 cenotes y grutas que hasta el 2014 -fecha en que se publicó- habían detectado.

“Se necesita una política a nivel estatal para regular las actividades que se llevan a cabo en los cenotes, es necesario que se diga claramente en un reglamento, ya sea en uno municipal o estatal de qué actividades se pueden desarrollar y qué condiciones mínimas deben tener si será turístico, para no afectar el agua que está abajo y no hacer infraestructura que van a terminar con la biodiversidad alrededor”, indicó.

La investigadora, remarcó que debe hacerse un estudio científico que diga, realmente, cuál es la capacidad de carga, cuántos turistas pueden recibir, para evitar que se sobrecargue.

Señaló que aunque hay investigaciones que ayudarían a agilizar la creación del reglamento, el que hace falta, en especifico, es uno que indique la capacidad de carga para cada cenote. “Ese tendría que hacerse, no creo que exista uno para los cenotes en el Estado”.

Las consecuencias de que los cenotes operen sin una reglamentación, van desde afectaciones en la calidad del agua y los posibles impactos que tendrá a futuro, pues tampoco existe un monitoreo continuo que ayude a conocer el daño.

“Algunos dueños de cenotes son concientes del recurso natural que tienen y realizan actividades tratando de conservarlo, pero hay quienes no y eso, con o sin reglamentación, seguirá sucediendo”, añadió

Hernández Terrones, reconoció que la ignorancia sobre lo sensible y cuidado que debe tenerse con un cenote en Quintana Roo, alcanza a las autoridades e incluso, a los mismos científicos que pretenden aplicar técnicas que usan en otras zonas sin saber la afectación a futuro que eso ocasiona.

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