Pedro Olive/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El Centro de Educación de Cambio Climático, inaugurado el 30 de mayo de 2014, durante la administración del ex gobernador del estado, Roberto Borge Angulo, fue echado a andar sin un presupuesto asignado, lo anterior fue confirmado a través de una solicitud que Novedades Quintana Roo realizó ante la Plataforma Nacional de Transparencia, en la que pidió el presupuesto de operación de dicho lugar desde su creación (mayo de 2014), hasta la fecha: la respuesta fue que no había presupuesto anual asignado.

Para la construcción del inmueble, autoridades del gobierno federal y estatal invirtieron 10.5 millones de pesos, de los cuales nueve fueron puestos por el primero, y 1.5 millones por el segundo; sin embargo, para la operación no fue destinado ningún recurso.

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En enero del presente año, Novedades Quintana Roo solicitó a través del sistema de transparencia a la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), el presupuesto asignado y número de trabajadores del centro, siendo la respuesta de la dependencia: “Le informo que hasta la fecha no se encuentra con el presupuesto asignado del Centro de Educación de Cambio Climático, y tampoco personal asignado”.

Posteriormente en febrero, Novedades Quintana Roo volvió a solicitar el presupuesto asignado al mismo inmueble, pero desde su inauguración en mayo de 2014 hasta el 6 de marzo pasado y comprobantes de los gastos; la respuesta de la SEMA fue que el centro no cuenta con ningún presupuesto anual asignado.

En junio de 2015, el recinto tuvo que cerrar sus puertas a las visitas, luego de las fuertes lluvias que se registraron en la ciudad y que inundaron el estacionamiento del lugar, el nivel del agua alcanzó los 10 centímetros dentro de las instalaciones afectando el sistema eléctrico del inmueble.

La entonces directora del centro, Isabel Ulibarri Baquedano, y hasta hace unos meses directora de Divulgación Ambiental de la Dirección de Ecología Municipal, realizó varios intentos para rehabilitar el inmueble, pero no lo logró de inmediato.

Fue hasta principios del 2016 cuando el sitio abrió sus puertas de manera parcial, sin que los visitantes tuvieran acceso a todos los juegos interactivos.

A lo largo de 2016, el centro abrió y cerró en al menos cuatro ocasiones, teniendo que cerrar a las pocas semanas, por daños a los equipos; el último y definitivo cierre del inmueble fue a finales de ese año, quedando como hasta ahora, sin funcionar.

La actual administración de la SEMA no consideró dentro de su presupuesto de 2018 alguna inversión para reparar y volver a echar a andar el lugar.