“Alfa”, chantajista pero efectiva

Diseñada para pegar en el corazón a cualquier amante de los perros.

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Esta película impactará a los niños -más si tienen perro- y a quienes no se fijen en esos detalles. (Redacción)
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Rafael Destúa

La mirada de los cachorros de perro tiene el mismo efecto en nosotros que la de un bebé, se cree que eso es lo que ayudó a que diéramos comida a los primeros perros que se acercaron a los asentamientos humanos, pero esa es una historia muy aburrida comparada con la emocionante pero predecible historia que Albert Hughes cuenta en “Alfa”.

Keda es un adolescente de la era del hielo, hace unos 20 mil años, que participa en su primera expedición de caza con su padre y los cazadores de la tribu. Tras varios días llegan al terreno de caza donde el chico cae a un precipicio y lo dan por muerto. Cuando Keda despierta decide volver a su tribu, pero mientras se recupera de sus heridas el azar lo lleva a cuidar de un lobo, al que llama Alfa.

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 Escrita por el propio Hughes y Daniele Sebastian Wiedenhaupt, el libreto carece de sorpresas. Aunque el chiste es ver el desarrollo de la historia y no como termina, la película peca de simplista. También es grave es que se olviden de la lógica y la historia, ¿Porqué cazar bisontes a días de distancia de tu aldea y arrastrar el botín de regreso para que llegue podrido, si puedes mover la aldea? Pero bueno, si fuera práctico el jefe de la tribu no habría película.

La narrativa es amena en general y afortunadamente la cinta es inferior a dos horas. Aprovecharon el tiempo de pantalla y no se entretienen en cosas sin sentido, lo cual le da dinamismo a la historia. No hay tomas rebuscadas, Hughes cuenta la historia de manera sencilla y directa. Su simpleza y el expresionismo de algunas tomas recuerda el estilo de Zack Snyder en “300”, pero son sólo momentos.

 Kodi Smit-McPhee tiene amplio margen para lucirse en la cinta, pues la mayor parte del tiempo está solo, pero trabaja a la altura del reto y sabe llevar la historia adelante. En general su actuación es sutil, pero se ayuda de lenguaje (inventado, nos enteramos por subtítulos) para explicar algunas escenas.

 La dirección de arte es dispar, muy buena al trabajar con animales extintos reproducidos digitalmente, pero los diseñadores pusieron al líder de la tribu un “chongo masculino”, como los que están de moda, y sumándole la barba, parece el antepasado de los hipsters. Otros aldeanos sólo tendrán armas de piedra, pero son capaces de rasurarse y raparse como con rastrillo.

 Esta película impactará a los niños -más si tienen perro- y a quienes no se fijen en esos detalles.

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