Javier Ortiz/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La rehabilitación de la carretera federal en la comunidad de Xul-Há, subió el nivel de rodamiento convirtiendo los pasos peatonales en peligro para los habitantes que tienen que cruzar esa arteria porque los automovilistas no los respetan.

Héctor Hugo Manzo Haro, subdelegado de esa demarcación municipal, señaló que han solicitado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que se eleve el nivel de los pasos peatones, porque los automovilistas no los respetan.

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Dijo que los automovilistas pasan a gran velocidad y el riesgo de atropellar a algún peatón es latente, principalmente niños que confían que los conductores disminuirán su velocidad y atraviesan en bicicletas o caminando.

Indicó que las familias que viven del otro lado de carretera federal pero que tienen necesidad de atravesar la vía federal para llegar al pueblo, viven con el temor que algún día alguno de ellos termine bajo las ruedas de algún vehículo.

Por ese motivo pidieron a la SCT que tome cartas en el asunto, sin embargo, a más de cuatro meses de planteada la solicitud, no han recibido respuesta, “esperan al niño ahogado”, señalan los vecinos.

Matilde García Montreal, quien vive a un costado de la carretera federal, señaló que el chirrido de la llantas de los vehículos al frenar bruscamente es “pan de cada día” y no descartó que algún día de estos, pueda existir una víctima inocente.

Lamentó la apatía de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, porque como parte del mantenimiento que deben brindarle a las carreteras, se encuentra la correcta señalización de los pasos peatonales y su buen funcionamiento.

Dijo que el tramo que atraviesa la comunidad comprende tres pasos peatonales, los cuales consideró pasan desapercibidos para los conductores porque no los respetan, principalmente en temporada vacacional o fines de semana que es cuando incrementa considerablemente el tráfico vehicular.

Pidió la intervención de las autoridades correspondientes de tránsito estatal, para que les coloquen topes que obligue a los automovilistas a disminuir su velocidad, porque no quieren que suceda un accidente de lamentar para que escuchen su petición.