Doña Melva, la mujer que revolucionó la repostería en Chetumal

Es fundadora del arte de la pastelería en la capital del estado, desde hace 25 años.

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Doña Melva, tiene 62 años de edad y sigue buscando cada día nuevas formas de hacer pasteles. (Joel Zamora/SIPSE)
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Alejandra Carrión/SIPSE

CHETUMAL. Q. Roo.- Melva Arana Esquivel, empresaria Chetumaleña hace 35 años y dedicada a la repostería. Fue quien revolución la pastelería hace más de 25 años, convirtiendo su negocio en parte de la identidad en Chetumal.

Hasta hace dos décadas, los chetumaleños desconocían quién estaba detrás de la elaboración de los pasteles Sylimel, que endulzaban el paladar con su toque especial y sus diferentes variedades, y que difícilmente podrían encontrarse en otras pastelerías en los años 80´s.

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Doña Melva, como se le conoce, ha tomado diferentes cursos de actualización, incluso en el extranjero; a sus 62 años de edad, es quien le da el toque final a sus pasteles y bocadillos.

Hasta hace más de dos décadas, nadie conocía quien estaba detrás de la elaboración de los postres. La gente acudía a comprar sin poder percatarse del personaje que los fabricaba. Sin embargo, doña Melva, platicó a Novedades de Chetumal, que siempre ha estado detrás de todo lo que se exhibe en el negocio, justo en el taller de elaboración dándole el último sabor a los pasteles e infinidad de bocadillos que se preparan para ocasiones especiales y para la venta diaria.

En su oficina, relató que su madre estuvo dedicada a la repostería, de donde nació el gusto por aprenderlo. Sin embargo, no lo trabajó de manera inmediata, sino hasta que se caso con Juan Villanueva García, hace 40 años y vieron que comprar pasteles para cumpleaños era complicado. 

“Empecé con un expendió de pan que nos surtían de la Panadería la Invencible.  Fue cuando me inicie haciendo uno o dos pasteles”, dijo.

Relató que poco a poco fue creciendo, pero le frenaba  la materia primaria que no se tenía en Chetumal.  Fue cuando decidió viajar a México a tomar cursos de actualización y a tocar puertas con los empresarios harineros, de margarinas, etc.

Una vez que empezó a llegarle la materia primaria directamente, empezó a realizar todo tipo de variedad de pasteles en Chetumal. Desde entonces, no ha parado de evolucionar en la pastelería.

“Empecé a revolucionar la pastelería que aquí no se conocía, hice los primeros pasteles de diferentes tipo de moka, chantillí, los cheesecake, las pay de queso, piña, volteados de piña, pay de nuez, pasteles y panes, que no habían en ese entonces ni en Chetumal ni en toda la Península”, dijo la entrevistada.

Indicó que todos pueden salir adelante, no importa lo que se venda. “Si tú le metes todo tu amor a la preparación de unas tortas, a la gente le va a gustar, porque todo se refleja. Yo le eche todos los kilos de mi energía; el éxito de todo lo que emprendamos dependerá de nosotros”, dijo sonriente, doña Melva.

Reconoció que a 35 años de la Pastelería Sylimel, existe mucha competencia pero puntualizó que ella es autora de sus recetas.

“Para mí las competencias son buenas porque me motiva, cuando alguien copia algo, yo ya hice otra cosa, y lo que yo vendo, nadie lo encuentra en otro lado porque yo lo invento”, dijo.

Actualmente, sigue preparándose  en el tema de los pasteles tipo fondant y está por entrar a una nueva técnica de pasteles de encaje comestible, que no ha llegado a Chetumal. Todo eso aprendido en una escuela de Orlando, Florida.

Relató que fue ella, junto con sus trabajadores, quienes hicieron el pastel de 125 kilos para el 25 aniversario de Quintana Roo, que armaron en la Explanada de la Bandera, así como fueron los que elaboraban año con año las rocas de 250 metros de largo en los estadios.

Melva Arana Esquivel, fue presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias en Chetumal de 2004-2006; sin embargo su carácter, carisma, sus ganas y entusiasmo, que contagiaba a las empresarias chetumaleñas, hizo que fuera reelegida es decir de 2006-2008.

Refirió que cuando agarró la Asociación, estaba prácticamente muerta y al concluir  en el año 2008, lo dejó con cerca de 70 socias afiliadas.

Actualmente, considera que está luchando para que las mujeres empresarias de la capital despierten, pues afirma que les falta motivación pese a que sí existen apoyos para que puedan salir adelante.

Doña Melva, a pesar de que camina con dificultad porque fue recientemente operada de su rodilla, continua en su taller; y su esposo y compañero desde hace 40 años, don José, es quien se encargada de estar detrás del mostrador de la pastelería Sylimel, ubicada en avenida Francisco I. Madero. 

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