Cerca de 314 mil familias de Quintana Roo ganan apenas lo suficiente para costear sus necesidades básicas de alimento, casa, transporte y servicios; por lo que no tienen un fondo de ahorro para enfrentar eventualidades que permitiría acelerar la recuperación económica del estado.

La información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela que esta situación afecta a siete de cada 10 hogares en el Estado. La pandemia agravó aún más este problema, ya que por la pérdida de salarios y de empleos al menos 48 mil familias se sumaron a las 266 mil que vivían “al día”.

Los datos obtenidos a través de las recientes encuestas a la población añaden que para diciembre del 2020, cerca de 24 mil familias perdieron todos sus ahorros por la crisis económica provocada por la contingencia sanitaria, aunque lograron recuperarse a partir de enero pasado.

Este grupo percibe ingresos de entre 3 mil 500 a 10 mil pesos mensuales, incluyendo los sueldos de ambos padres e hijos que colaboran con la economía familiar. Sus gatos, sin embargo, van desde los 4 mil hasta los 11 mil pesos.

La renta o el pago de un crédito hipotecario consume hasta el 20% de sus ingresos, entre mil 500 a 2 mil 700 pesos. En alimentos para toda la familia pueden llegar a desembolsar hasta 4 mil pesos mensuales. En transporte, erogan 2 mil pesos en promedio. Servicios como energía eléctrica, agua e internet, mil 200 pesos.

“Si encuentran un déficit, no es el resultado de una mala cuenta, sino que simplemente las personas se están endeudando cada mes para poder costear los gastos del hogar. Por eso menos tienen capacidad de ahorrar”, dice Ricardo Martínez Contreras, economista y académico de la Universidad Modelo.

El especialista cita que este escenario afecta no sólo a cada hogar de manera individual, sino también a la economía del Estado.

“Quintana Roo basa su motor en el sector servicios: ocho de cada 10 negocios están relacionados con este rubro, ya sea de manera directa o indirecta. La clase media local aporta 18 centavos de cada peso del PIB estatal, según el INEGI. Es decir: los que se hospedan en un hotel, como en un restaurante, beben en un antro, son locales. Pero este gasto es costeado con ahorros, y si la población no cuenta con este colchón de dinero, no va a gastar en estas actividades. Y eso va a retrasar aún más la recuperación económica”, concluyó.

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