Ángel Castilla/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El incendio del tiradero a cielo abierto de Chetumal ha sido controlado y aislado, después de cuatro días, para evitar siga su propagación, pero llevará aproximadamente tres días sofocarlo; la superficie siniestrada alcanzó siete hectáreas.

Jean Baptiste Manel N´tab, director de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, informó que la zona del siniestro fue aislada con la apertura de zanjas para evitar su propagación, así como para permitir el acceso de las pipas para atacar el fuego desde varias direcciones.

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Señaló que para un mejor combate al incendio, se determinó dividirlo en tres secciones, de acuerdo con la magnitud del problema, dos apartados de aproximadamente una hectárea, ubicadas en cada extremo y uno de cinco hectáreas, sitio que concentra el mayor volumen de residuos incinerados y cavernas.

“En las secciones de una hectárea hemos logrado la extinción en un 80%, pero en el más grande si vamos a batallar mucho más, pero calculamos que en tres días debemos de extinguir el fuego en las siete hectáreas”, dijo.

Indicó que la delimitación de la zona permite combatir con mayor precisión el siniestro, por lo que no continuará su propagación.

Reynaldo Vargas Canché, director del H. Cuerpo de Bomberos y de la Unidad de Respuesta a Emergencias Médicas (Urem), precisó que con la maquinaria se logró rodear el siniestro y se conformaron tres brigadas para combatirlo desde diversos puntos.

“Prácticamente nos quedan cinco hectáreas activas, de tipo superficial y de cavernas, poco a poco vamos cerrando el radio de acción, nuestra idea es concentrarlo en un solo punto, que es el centro de las cinco hectáreas, la emergencia ya pasó porque el incendio ya se tiene controlado, ahora estamos en trabajos de extinción”, dijo.

Precisó que al día se descargan más de 80 pipas de 10 mil litros de agua, pero en el lapso del llenado de las mismas, se pierde un importante período de tiempo, por lo que desde ayer, realizaron perforaciones de hasta 20 metros en el sitio, para habilitar pozos que permitan abastecer las pipas en un punto más cercano al incendio, en un tiempo entre cinco a 10 minutos.