Alejandra Carrión/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Más de 90 mujeres quintanarroenses hicieron uso de la Interrupción Legal del Embarazo en la Ciudad de México de 2007 a 2017. Una de ellas, ha sido una niña menor de 14 años de edad.

En la Ciudad de México está vigente desde 2007 la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) antes de las 12 semanas de gestación. En Quintana Roo puede interrumpirse el embarazo antes de las 12 semanas si la mujer fue víctima de violación.

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De acuerdo con las estadísticas del programa de ILE en la Ciudad de México y que se lleva a cabo por parte del sector salud, Quintana Roo se encuentra en la posición número 16 con mayor número de casos, pero es el primero de la Península de Yucatán en tener un número significativo de mujeres que se han practicado un aborto en el centro del país, pues Campeche registra 15 casos en 10 años, mientras que Yucatán 28.

En los 10 años de practicarse el aborto legal en el centro del país, Quintana Roo registra casi 10 casos anuales de mujeres que han acudido a practicarse la extracción del feto.

Las estadísticas revelan que de los 93 casos, el rango de edad con mayor practica de aborto es de 18 a 24 años de edad con 46 % (43 casos); seguido de mujeres de 25 a 29 años de edad con un 22.8 % (21 casos), de 30 a 34 años con un 13.5 % (13 casos), también han acudido mujeres de 35 y hasta los 54 años de edad, así como niñas y adolesentes, aunque en menor porcentaje.

Por ejemplo, especifica que de 11 a 14 años ha acudido un 1.1 % del total de la población, lo que representa un caso, y el 5.3 % de mujeres con rango de 15 a 17 años de edad (5 casos).

En cuanto a la ocupación de las mujeres, el 34.8% son amas de casa o del hogar, 25.1 % son estudiantes, 24.2 %  empleadas, 5.3 % desempleadas, 4.9 % comerciantes, entre otras ocupaciones con menor porcentaje.

David Martín Leal, párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, indicó que en Chetumal, han emprendido campañas para oraron por la vida y donde han pedido por el pecado del aborto y sobre todo por la conversión de aquellos que se dedican al comercio de sustraer  al feto.

Resaltó que para la Iglesia, el niño que está en el vientre de una mujer es otra persona, que no es ni la madre ni el padre, sino una vida en formación.