La Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que las mujeres que sufren violencia intrafamiliar tienen derecho a que sus agresores les paguen una indemnización por el daño moral que les causaron.

Esto abre la posibilidad para que más de 38 mil mujeres de Quintana Roo que cada año son agredidas física y psicológicamente por sus parejas, puedan exigir no sólo la disolución de su matrimonio, sino también una compensación equivalente al 50% de los bienes que adquirieron durante el matrimonio, aún se hayan casado por bienes separados y la fémina se haya dedicado exclusivamente a las tareas del hogar.

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El día de ayer, los Magistrados de la Suprema Corte analizaron el amparo directo 5490/2016, en el que una mujer al que llaman “Laura”, por protección de sus datos personales, demandó que se revise la determinación de un juez de Guanajuato, que se negó a aceptar la procedencia de una indemnización por la reparación del daño moral para ella y su hijo, derivado de la violencia intrafamiliar que generó su ex cónyuge.

“Esta Primera Sala considera que se violentó su derecho a una justa indemnización y al derecho a vivir una vida libre de violencia. A juicio de esta Sala las afectaciones patrimoniales y morales de las víctimas de violencia sí deben ser reparadas económicamente de forma justa y proporcional a los daños sufridos”, señalaron los Magistrados, estableciendo con ello un precedente a seguir también en Quintana Roo.

Y es que de acuerdo con el Observatorio de la Violencia contra la Mujer de Quintana Roo, cada año más del 5% de la población femenina de la entidad sufre violencia física por su pareja. De este total, solamente se presentan 3 mil denuncias en promedio; es decir, menos del 9% de todas las mujeres que sufrieron agresión por parte de sus cónyuges.

De los expedientes abiertos, únicamente se resuelven 800 cada año. Y de ese número, solo 30 resultan en el pago de indemnización para la víctima por parte de su expareja. La mayoría terminan solo con la disolución del matrimonio.

Pero con la nueva resolución de la Suprema Corte, esas mujeres podrán pelear no solo la manutención de los hijos y una pensión mensual, sino también la mitad de los bienes que forjaron durante el tiempo que duró su unión.