Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El Centro de Atención y Rehabilitación de Mamíferos Acuáticos (CARMA), hogar de Daniel el Manatí reabrió ayer sus puertas tras concluir los trabajos de rehabilitación en los que se invirtieron 1.4 millones de pesos.

Rafael Muñoz Berzunza, secretario de Ecología y medio Ambiente (Sema) informó que el recurso se obtuvo a través del Banco Alemán, a través de la fundación KFW para hacer una rehabilitación, ampliación y adecuación en general tanto para visitantes, como para estancia de investigadores y estudiantes.

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“Se creó un aula interactiva con proyector que además de imágenes permite escribir sobre la pantalla, mediante la cual se fortalecerá el tema de educación ambiental; se estableció un dormitorio con dos literas (cuatro camas), para los estudiantes que realicen estadía o tesis en el centro, y un aula, que incluye dormitorio, para profesores o investigadores que realizan trabajos en torno a los mamíferos acuáticos”.

Mencionó que a partir de hoy, este centro también podrá brindar atención a cualquier mamífero que por cuestiones de climatológicas o accidentes por embarcaciones termine varado en el litoral del Santuario del Manatí o en cualquier otro punto del estado.

“Este Centro tienen ya la capacidad de atender hasta tres mamíferos de manera simultánea, para lo cual se reforzó la estructura del primer encierro y se habilitaron dos áreas de encierros, se incluyó un área con polea para pesarlos y medirlos a los ejemplares”.

Remodelación 

Asimismo se realizaron adecuaciones para el tránsito de las personas con capacidades diferentes, nueva cancelería, un área para duchas, equipamiento de una cocineta.

Muñoz Berzunza señaló que dentro del presupuesto de un millón 474 mil pesos se incluyó el equipo de monitoreo de Daniel el Manatí para vigilar los kilómetros que viaja diariamente cuando sale del CARMA.

“El 14 de septiembre del año pasado, este animalito cumplió 12 años en semicautiverio, actualmente mite 2.37 metros de largo, pesa 250 kilos aproximadamente y al día come un 25 kilos de lechugas, distribuidos en cinco raciones”.

El monitoreo que se realiza es para vigilar los puntos que visita, por ejemplo, en 2014, no salía de lo que es Laguna Guerrero y Raudales, y ahora detectaron que visita hasta Calderas de Barlovento, pero siempre regresa a lo que es ya su hogar.