Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Con la celebración litúrgica del lavatorio de pies, inició el primer día del triduo pascual, en el que la Iglesia católica conmemora la institución de la Eucaristía en la última cena de Cristo, recordando el gesto del amor de Jesús a sus apóstoles, enseñando que la labor del cristiano es ayudar a los demás con una actitud de servicio, amor y humildad.

Para esta ocasión, fueron 12 menores entre 9 y 14 años que representaran a cada uno de los apóstoles, estos niños forman parte del grupo de acólitos de la iglesia. 

Durante la misa, a la que asistieron más de 150 personas, entre niños, adultos y personas de la tercera edad, el Obispo Emérito, Jorge Bernal Vargas, resaltó la importancia que tiene el servicio al prójimo, así como también recordaron tres acontecimientos importantes ante los ahí presentes: el mandato del amor que significa el “lavatorio de los pies”; la Eucaristía, que significa la entrega de cuerpo y sangre de Jesús; y la institución del sacerdocio, donde Jesús se hace presente en pan y vino.

El sacerdote mencionó que “nadie ama más que aquél que ha dado la vida por ellos”, haciendo referencia al camino que siguió Jesús para el perdón de los pecados. 

“Hay que recordar que la obra más significativa que Jesús nos dejó es amar al prójimo como a nosotros mismos, es un ejemplo de entrega total antes de la institución de la eucaristía y de ser crucificado en la cruz por la salvación de los pecadores”, comentó. 

Instruyó que para acercarnos a Dios en viernes y sábado Santo, que no hay misa, tiene que ser por medio del Viacrucis y la lectura de las 7 Palabras, ya que de esta manera se expresa nuestra fe y devoción.