Por Rafael R. Deustúa

A finales de los setenta y principios de los ochenta la serie de TV “CHiPs” se transmitió en México como “Patrulla motorizada”, contando las aventuras de un par de patrulleros capaces de cualquier hazaña en motocicleta; era una comedia de acción simplista muy al estilo de la época. La versión cinematográfica de aquél programa, autoría de Dax Shepard -guión, dirección y protagónico- no merecería que se escriba acerca de ella mas que como advertencia: No la vea.

Shepard retoma los nombres de los personajes de la serie original, Jon Baker y Frank Poncherello, pero convierte al primero en un excampeón de motociclismo extremo convertido en policía y al segundo en un agente del FBI encubierto que busca una banda criminal infiltrada en la corporación. Pronto se olvida de la “trama” detectivesca en favor de una serie de chistes burdos y despierta a la audiencia con algunas buenas acrobacias en moto.

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Parte del problema es que no es claro a quien dirige Shepard su historia, pues emplea un humor vulgar al estilo “Jackass” que no parece que sería del agrado de la generación que vio la serie en Tv, sino de adolescentes, pero la película tiene clasificación de “sólo adultos” en Estados Unidos -en México permiten adolescentes. El trailer promocional ejemplifica claramente el tipo de humor que maneja.

La dirección del filme es casi inexistente, da la impresión de que sólo grababan las escenas como y cuando se les antojaba, como si se tratara del proyecto personal de unos preparatorianos para matar el rato en unas vacaciones.

Las escenas de acción fueron bien armadas, pero no son suficiente pretexto para ver el filme, pues no hay nada especial o único en ellas. Persecuciones, acrobacias y explosiones vistas demasiado en los últimos años.

En cuanto a las actuaciones tampoco hay mucho que decir. Shepard y Michael Peña, como Baker y “Poncharello” tienen una buena química entre ellos, pero como el libreto no despega, tampoco sus personajes. Peor es el problema con el resto del reparto, incluido el prestigiado Vincent D'Onofrio, cuyos roles son simplemente demasiado planos.

Lo único bueno de ésta película es que afortunadamente en cartelera hay muchas otras opciones.