Cierran filas los restauranteros

La lógica indica que en medio de la inseguridad y la violencia padecidas en destinos de Quintana Roo los empresarios deben congelar sus inversiones...

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La lógica indica que en medio de la inseguridad y la violencia padecidas en destinos de Quintana Roo los empresarios deben congelar sus inversiones por el riesgo que implica a corto, mediano y largo plazos. Pero no. Contrario al supuesto, el sector restaurantero apuesta por el destino, aun cuando los daños colaterales sean previsibles.

Diversos grupos invierten este año más de 100 millones de pesos en apertura, remodelación o reubicación de sus negocios solo en Cancún, lo cual generaría más de mil nuevos empleos directos. Son datos de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), encabezada por Juan Pablo Aguirre de la Torre.

Este panorama contrasta con los cierres registrados, en tanto contrarresta la versión de un presunto estado en llamas del que huyen hombres de negocios, turistas y avecindados. Y es que en el ramo lograron crear un frente común a fin de restaurar la fuerza del que representa el 19.4% del Producto Interno Bruto municipal.

Hace unos días, Aguirre Gómez dejaba en claro que el tipo de cambio del peso frente al dólar no incrementó el gasto promedio del visitante, ya que la tarifa de los restaurantes se establece en pesos, a diferencia de los hoteles; además de que no se extiende al pasajero nacional, quien incluso resintió un ajuste menor en los precios derivado de la paridad cambiaria.

Si bien el camino no fue sencillo (sobre todo por los enfrentamientos en el seno de la cámara, para mantener el control y el poder), tampoco ha sido una misión imposible: prueba de ello son los encuentros programados para los meses siguientes, a los cuales se suman estrategias promocionales, acercamientos con autoridades para buscar beneficios y alianzas con hoteleros. Todo, con el fin de superar las contingencias, “que no crisis”, se apuran a declarar algunos consultados.

Eso no significa, bajo ninguna óptica, que la inseguridad no ha tenido un impacto negativo en el ramo, ya que es uno de los más afectados por cierres anticipados o cobros por horas extras, medidas orientadas a reducir los peligros. Aunado a eso se cuentan bares y pubs donde han ocurrido ataques.

Pero no parece representar un escándalo insuperable para los del poder económico, como aseguran quienes se atreven a pronosticar la desaparición de los turistas. Porque mientras éstos lleguen, las inversiones no cesarán. Así de frío. Así de simple.

Para los señores del capital la prioridad es clara. Para los servidores públicos, debe ser combatir al crimen fomentando la inversión, y para el ciudadano, aprovechar la generación de empleos en un ambiente seguro.

Cancún debe escapar cuanto antes de la espiral de violencia que bate récords en el país y sacude todas las estructuras. Por ahora –cabe insistir–, pareciera no más que preocupar a un grupo.

 

                                                             Desorbitado

El periódico El País, de España, publicó hace algunas semanas un amplio reportaje titulado “La violencia amenaza a Cancún”. En él consulta a César Muñoz, director editorial de Novedades, “el más importante de Quintana Roo”, refiere el rotativo internacional. Fue una entrevista reveladora por los detalles proporcionados. Unos sobrecogen, como aquellos donde se relata los dos reporteros amenazados, hoy resguardados en un lugar seguro.

Enfatiza Muñoz: "Los periódicos sufrimos una doble presión: por un lado la del crimen organizado y por otro la del sector turístico al que no le gusta que publiquemos estas noticias”. Esto, describe el periodista en su texto, mientras el directivo muestra “un trozo de tela mal escrito” (una narcomanta).

Novedades se mantiene en su trinchera de siempre: la periodística.

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