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Ir al dentista no tiene que se mortificante, pero antes debes seleccionar bien con qué médico acudir. (Contexto)
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Por Carlos Rubio

Según estudios, en México más del 65% de las personas, tienen temor de acudir al odontólogo.

Revisando las razones, básicamente encontramos que falta la educación de atención dental a tiempo en casa.

Desde la niñez, ha de existir la educación del cuidado a la salud y en especial la de los dientes: higiene y revisión constante para solucionar a tiempo tanto las caries como la mal posición dentaria.

Por otro lado, muchos argumentan que es muy caro y que tienen poca disponibilidad económica. En la actualidad hay muchas formas de restaurar y resolver problemas dentales, algunas de ellas muy económicas, sobre todo si se atienden a tiempo.

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Otros, hablan del horrible ruido de las maquinas que utilizamos, que en mi opinión, sí, algunas son de ruidos muy agudos desagradables, pero más bien se trata de la relación del ruido con el dolor, que algunos colegas generan al no utilizar anestesia en sus tratamientos

Sugerencias:

1. Acude con un dentista comprensivo. Pregúntale a tus amigos y familiares sobre un odontólogo con el que hayan tenido una buena experiencia y excelente atención.

2. Visita la clínica antes de que se trate de una urgencia.
Muchas veces van cuando ya no soportan el dolor o la inflamación y, obviamente, acuden llenos de terror al consultorio.
La primera visita puede ser una revisión o una limpieza, y puedes aprovecharla como una manera de conocer un poco más a tu dentista en una visita totalmente libre de ansiedad.
Cuando te sientas más cómodo puedes proceder a hacer tratamientos más complicados.

3. Llega a buena hora a tu consulta. Trata de llegar a la hora en punto para no tener que esperar en la clínica. 

4. Busca un consultorio donde haya buena música y un ambiente agradable.
El tiempo se te pasará mucho más rápido y probablemente no escuches tanto los sonidos que te generan ansiedad.

5. Finalmente, si tienes una fobia grave, explora la posibilidad de sedación e insiste al odontólogo que utilice anestesia para evitar el dolor en el tratamiento.

Si ir al dentista te genera una ansiedad extrema, puedes solicitarle algún tipo de relajante o incluso sedación. Así tendrás una experiencia agradable.

Hoy en día es posible hacer tratamientos totalmente sin dolor, sin molestia y con resultados estéticos extraordinarios, así como accesibles económicamente hablando. 

Sugerencia: No esperes hasta el último momento para acudir al odontólogo, y corras el riesgo de tratamientos radicales y molestos; tómate el tiempo de una revisión semestral y educa a tus hijos a ir desde que son chicos a una limpieza y revisión, así como una aplicación de selladores en las muelas, para reducir el índice de caries a futuro.

Estos selladores se aplican de una manera muy simple y sin utilizar maquinas ruidosas y molestas.

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