Comprar una vivienda a crédito, una idea de "locos"

El endeudamiento de una familia para obtener un patrimonio deriva trastornos mentales, hacinamiento y suicidio.

|
El grado de hacinamiento en Chetumal es del 99.18 por ciento. (Francisco Sansores/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

 

Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La compra de vivienda a crédito de largo plazo, entre 15 y 30 años, es un sinónimo de dolor de cabeza, frustración, neuroticismo, estrés y preocupación para quienes adquieren el compromiso, incluso llegar a quitarse la vida es representa una alternativa de salida. Lo anterior, se suma a las condiciones precarias de vivir en un espacio de 30 metros cuadrados. 
 
Cuando una Sociedad Financiera de Objeto Limitado (Sofol) compra este tipo deuda a una institución bancaria, el costo de la vivienda crece un 300%, haciendo casi imposible saldarla. La imposibilidad de cubrir el compromiso se hace presente en familias donde el pilar económico percibe entre uno y dos salarios mínimos.
"En Chetumal, los criterios de construcción siguen los estándares mínimos de calidad. Las familias viven en “cajones” como si fueran ratones, viven en hacinamiento total", reprochó Patricia Palma Olvera. 
 
Carmen Patricia Palma Olvera, dirigente de la organización civil El Barzón Quintana Roo y Consejo Ciudadano, tiene conocimiento de 600 casos que han ocurrido en Chetumal: casas abandonadas por que no pueden seguir pagándolas, el 36 por ciento de éstas se convierten en auténticos nidos de delincuentes.
 
En estos casos, la mejor alternativa es localizar a los compradores originales, reestructurar el financiamiento de acuerdo a las condiciones de pago y por la vía legal regresarles su patrimonio.

 

Lo más leído

skeleton





skeleton