Javier Ortiz/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El abandono que está sufriendo la comunidad de Monte Olivo, ubicada a más de 150 kilómetros de Bacalar, es el claro reflejo de la difícil situación que viven las comunidades rurales del municipio bacalarense, con la baja productividad que les genera el campo, lo que ha ocasionado que sus habitantes abandonen sus tierras y busquen mejores alternativas de sobrevivencia.

En esa pequeña población habitan aproximadamente 32 familias, que en total suman 72 personas, las cuales no cuentan con energía eléctrica. Después de las siete de la noche, cuando comienza a obscurecer, parece toque de queda para los habitantes que tienen que buscar refugio en sus viviendas.

Temporada de lluvias empeora el acceso

Para llegar a la comunidad hay que recorrer cerca de 10 kilómetros en pésimas condiciones, pues la lluvia terminó de empeorar el camino de acceso, hoyancos y baches profundos imposibilitan el tránsito rápido de cualquier vehículo. Ninguna familia cuenta con automóvil. Para salir, los pobladores tienen que hacerlo a pie o “fletar” en 50 pesos una motocicleta que lo transporte hasta Altos de Sevilla que es donde confluyen los vehículos de transporte público con rumbo a la cabecera municipal. Para ello tienen que madrugar a las cuatro de la mañana, de otra manera sólo podrán salir en algún “raid” que logren en la carretera.

José Francisco Pérez Galicia, subdelegado de la comunidad, señaló que se han visto en serios aprietos cuando se trata de transportar a sus enfermos: “es cuando nos acordamos de las verdaderas condiciones en que nos encontramos, ya que estamos acostumbrados a las condiciones en que vivimos”.

Continúan sin llegar a un acuerdo

Sólo cuentan con dos pozos artesanales, uno de los cuales tiene una bomba sumergible que funciona con diesel, pero no se ponen de acuerdo para adquirir el combustible, por lo que tienen que utilizar el segundo pozo artesanal, de donde extraen el vital líquido con un carrillo y cuerda.

Por ese motivo, tienen que consumir agua que en ocasiones se contaminada, pues los animales buscan lo fresco del pozo para guarecerse y caen dentro del agua, donde se ahogan y contaminan el agua que al final terminan consumiendo los pobladores.

De acuerdo al gerente de la Capa en Bacalar, Eduardo Ic Sandy, el principal problema es de organización, ya que sólo necesitan comprar el combustible para accionar la bomba, para que el agua les llegue a sus viviendas, ya que cuentan con toda la infraestructura para ello. En dos ocasiones les han cambiado la bomba y por el mal uso se han quemado. 

Higinio Caamal, comisariado ejidal, quien es la segunda autoridad en importancia dentro de una comunidad, señaló que familias enteras han abandonado esa apartada comunidad.

Carecen de energía eléctrica

Los pequeños no saben lo que es beber un refresco frío, porque no contamos con energía eléctrica, los adultos aprovechamos que viajamos a la ciudad para refrescarnos la garganta, pero los niños, que tienen que cumplir la mayoría de edad para salir de su pueblo, no saben lo que es un hielo, comenta.

De acuerdo a autoridades municipales, en todo el municipio de Bacalar sólo dos poblaciones rurales carecen de energía eléctrica: Valentín Gómez Farías y Monte Olivo, aunque a la primera población señalada, este año se les dotará de este servicio.

Construcción de baños ecológicos

Israel Castillo Olivera, director de Desarrollo Social y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Bacalar, señaló que se van a construir 10 baños ecológicos con biodigestores en esa comunidad, en respuesta a una solicitud que le hicieron al presidente municipal, José Alfredo Contreras Méndez, en una visita que realizó en fecha pasada a esa comunidad.