Redacción/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- José Eduardo N, llegó la madrugada de ayer a su domicilio, localizado en la Región 259. Antes de entrar a su vivienda fue interceptado por tres sujetos que lo subieron a la fuerza a un vehículo, donde lo lesionaron en la espalda, glúteos y brazos, para que les dijera para quien vendía droga.

El lesionado fue trasladado por un familiar a una clínica particular, después de que los delincuentes lo abandonaron en una de las calles de la zona.

A la 1:30 horas, personal de la clínica Quirúrgica del Sur reportó a la comandancia de guardia de la Policía Judicial del Estado (PJE) un lesionado que fue trasladado por sus familiares.

El médico de guardia de dicha clínica informó a las autoridades judiciales que un sujeto ingresó con laceraciones superficiales en los glúteos, espalda y brazos. 

Los oficiales se entrevistaron con José Eduardo N, de 26 años de edad, originario de Cancún y de oficio técnico en reparación de artículos eléctricos, quien señaló que era la medianoche del pasado domingo cuando llegó a su domicilio, ubicado en el fraccionamiento Villas Otoch Paraíso.

Se bajó de un taxi y a unos 10 metros de un callejón oscuro le salieron al paso tres sujetos, quienes lo agarraron a la fuerza y lo subieron a un vehículo Nissan, Tsuru, blanco, del cual no vio las placas.

Lo golpearon en varias partes del cuerpo, después le preguntaron el nombre de la persona para quien trabajaba vendiendo droga, pero les dijo que él no vendía droga y que lo estaban confundiendo.

Los sujetos lo llevaron a un área verde de dicho fraccionamiento, donde continuaron golpeándolo, le hicieron heridas en varias partes del cuerpo con un machete, además de pegarle con una tabla.

El agraviado dijo que lo dejaron en una de las calles del fraccionamiento, se fue caminando a su casa y le dijo a su esposa lo que le había pasado, fue ella quien lo trasladó a la clínica.

Señaló que identificó la unidad como taxi, pero no vio el número. Uno de los sujetos era de complexión robusta, de 1.70 de altura aproximadamente, tez clara; otro era chaparro, tez morena, delgado, y el tercero, era de tez moreno claro, todos rapados, a la persona que conducía no la vio, porque nunca se bajó de la unidad.