Conmemoran con alabanzas la resurrección de Jesucristo

Los fieles demostraron su fervor en las diferentes parroquias de la capital, por el Domingo de Pascua.

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La comunidad católica acudió a las iglesias para orar y agradecer el regreso de Jesús de entre los muertos. (Daniel Tejada/SIPSE)
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Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Decenas de familias acudieron ayer a los centros religiosos de Chetumal para conmemorar la resurrección de Jesús; con alabanzas mostraron su fervor a quien dio su vida para el perdón de los pecados del hombre.
¡Al tercer día de su crucifixión resucitó Jesucristo!, exclamó el párroco Patrick Corrigan ante decenas de feligreses en la iglesia San José Obrero y San Patricio de Irlanda, en donde se conmemoró la fiesta de Pascua en honor al nazareno.

A las 12 horas de ayer casi 300 personas se dieron cita en la parroquia de la colonia Payo Obispo para celebrar el Domingo de Pascua, también conocido como Vigilia Pascual, recordando cómo Jesús venció a la muerte.

Niños, niñas, jóvenes y adultos cantaron el tradicional “¡Aleluya!, ¡Aleluya!, ¡Aleluya!”, y “¡Gloria al Cielo!”, en celebración porque el señor abrió las puertas del cielo a toda la humanidad.

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En su sermón, el sacerdote habló sobre la redención y la liberación del pecado por el hijo de Dios, recordando que al tercer día de la crucifixión de Jesúsen el monte Calvario, María Magdalena acudió con Simón y Pedro al sepulcro, para corroborar que el cuerpo no estaba, sólo las vendas.

“Él había de resucitar de entre los muertos, al tercer día, para subir al cielo y estar a la derecha del Padre; ámense los unos a los otros en conmemoración de Jesucristo, que dio su vida por todos nosotros y nuestros pecados sean perdonados; éste es el día del triunfo del Señor, ha resucitado”, dijo Patrick Corrigan a los feligreses, quienes se santiguaron en un acto de contrición.

El recinto religioso estaba adornado con las mejores galas y se procedió al encendido del cirio pascual, la luz que ilumina a todos por siempre.

En el lugar había un inusual pesebre con la escultura de Jesucristo cubierto con telas blancas, alzando la mano al cielo, en señal de su camino a la ascensión, que es 40 días posteriores a su resurrección.

El párroco extendió la bendición a toda la concurrencia, y recordó que el manto de Cristo siempre estará sobre todos los que profesan su religión, el otorgamiento del perdón para ser libres de todo tormento humano, tal y como lo hizo él, será una de las cosas que se debe dar con el ejemplo.

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