Chetumal conmemora el Día de la Marina

La plaza cívica fue testigo del izamiento total de la bandera nacional en el asta oficial, luego un pequeño recitó el poema “El hermano marino”.

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Los presentes lograr presentar el respeto por aquellos que fueron abatidos en cumplimiento de su deber. (Harold Alcocer/SIPSE)
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Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- Los rayos del sol fueron testigos del izamiento total del lábaro patrio desde temprana hora en la plaza cívica del Palacio de Gobierno de Chetumal, a cargo de elementos impecablemente vestidos de blanco de la Secretaría de Marina (Semar) Armada de México. La conmemoración del LXXI Aniversario del Día de la Marina Nacional dio paso a que autoridades de los tres niveles de gobierno presentaran ofrendas florales en las aguas de la Bahía de Chetumal aún con el fuerte oleaje, que parecía reaccionar al culto cívico ofrecido a los caídos en el campo de batalla.

“Preservar la soberanía, la integridad del territorio y los intereses marítimos nacionales, paz y prosperidad para todos los mexicanos”, fue el mensaje del secretario de marina.

En punto de las 8:00 horas de ayer, la plaza cívica fue testigo del izamiento total de la bandera nacional en el asta oficial, la tela ondeaba en todo su esplendor mientras los marinos la extendían previamente; el saludo fue distintivo del protocolo de 10 elementos de las fuerzas armadas con el tradicional uniforme blanco, mostrando sus insignias con orgullo.

La llegada de los altos mandos de la Secretaría de Marina (Semar) Armada de México con sus espadines brillantes, orgullosos de pertenecer a la institución.

El pelotón de la Base de Intercepción Marítima 25, así como la Señorita Marina 2013, Rita Cañas Correo engalanaron el evento que cada año se enaltece para los caídos, tomando su lugar en la plaza conmemorativa al almirante Othón Pompeyo Blanco.

La llegada del Secretario Estatal de Seguridad Pública (SESP), Carlos Bibiano Villa Castillo, mostrando el debido respeto a las fuerzas armadas también fue símbolo de tan celebrado día.

El disparo de salida de la XXXVII Carrera Pedestre Anual “Capitán de Fragata Comodoro Pedro Sáenz de Baranda”, rompió con el hielo que prevalecía entre los asistentes.

El resonar de las trompetas, en punto de las 09:06 horas del sábado, marcó los honores a la Bandera, permaneciendo los presentes de pie y con el tradicional saludo con la mano derecha a la altura del pecho.

El contraalmirante Diplomado de Estado Mayor (DEM), Eliceo Alberto Adán Caballero Rosas; el secretario de gobierno, Gabriel Mendicuti Loría; el comandante de la XXXIV Zona Militar, José Luis Castañeda Jiménez y el presidente municipal de Othón P. Blanco, Carlos Mario Villanueva Tenorio, entre otros conformaron el distinguido presídium.

Fue el contralmirante Caballero Rosas el encargado de hacer público el mensaje del secretario de marina, vicealmirante del Cuerpo General (CG) Diplomado de Estado Mayor (DEM) Vidal Francisco Soberón Sanz que decía lo siguiente:

“Cada primero de junio la nación reconoce a las mujeres y hombres que participan en el desarrollo marítimo nacional, en 1917 la promulgación del artículo 32 de la Carta Magna estableció que solo los mexicanos podrían pertenecer a la marina de guerra… la Secretaría de Marina reafirma su compromiso con la nación para preservar la soberanía”.

Después de tan alentador mensaje, el niño Ángel Manuel Rodríguez Fernández, del quinto año de la escuela primaria Almirante Tomás Othón Pompeyo Blanco Núñez de Cáceres recitó el poema “El hermano marino”:

“Hermano marino, dime, qué buscas ahí en los mares, que te alejas de esta tierra tan llena de bienestares, alguna pena te oprime y no la puedes consolar y la guardas donde el cielo se confunde con el mar, Hermano Marino, di por qué has dejado tu casa, tu familia, tus amigos… oigo el canto de las olas y la voz de los caracoles”.

Tan efusivo mensaje causó entre los presentes una gran ovación, dando paso a los antecedentes de la historia de la marina.

El 1 de junio de 1917 se dio cabal cumplimiento a la Constitución, el puerto de Veracruz fue testigo de la posesión por parte de los marinos mexicanos de los barcos; los buques mercantes México, Coahuila, Tamaulipas, Sonora, Jalisco, Tehuantepec y Puebla se asignaron a los capitanes respectivos, quienes plantearon a los altos mandos establecer un día de honor a la marina nacional.

Justo a las 09:20 horas, fuertes vientos amenazaban con aterrizar lluvias, casi como respuesta de los cielos ante la celebración, ramas de los árboles mostraban el revés de tan fuertes corrientes de aire.

La ofrenda floral al caído, Othón Pompeyo Blanco dio paso al Himno a Quintana Roo, al Himno Nacional y Honores a la Bandera.

Aún con la revuelta de las aguas de la Bahía de Chetumal, la ofrenda a los caídos inundó de bellas flores toda la costa. Lanchas, barcos, funcionarios y público en general participó efusivamente en el protocolo.

Los mismos rayos del sol, el ruido de motores, aplausos y minuto de silencio, así como el sonido de trompetas, enarbolaron la ofrenda floral que como cada año se hace presente en todo el territorio estatal.

El escenario ambiental del día ocasionó que la multitud lograra presentar el respeto por aquellos que fueron abatidos en cumplimiento de su deber, el de proteger a los mexicanos, donde la vida fue la mística ofrenda que ellos mismos dieron por su patria.

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