Sara Cauich/ SIPSE
TULUM, Q. Roo.- En el primer foro de consulta pública en Tulum, organismos civiles pidieron vincular el desarrollo turístico con la actividad de las comunidades mayas, a fin de tener un crecimiento equilibrado.

Carlos Meade de la Cueva, quien preside la organización Yaxché Árbol de la Vida, dijo que el crecimiento económico y social no se presenta en la misma medida que en el medio rural de las comunidades mayas, donde es evidente el gran rezago y condiciones de pobreza.

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Comentó que la propuesta de desarrollo de las comunidades se basa en un trabajo realizado a lo largo de cuatro años, y el diagnóstico que arrojó esa investigación dio pie a esta propuesta con ejes para el desarrollo.

Hay muchas maneras de vincular la zona maya con el desarrollo turístico costero, para que el beneficio llegue hacia el interior del municipio y reducir los índices de pobreza.

El desarrollo turístico lo único que ofrece es desarrollo precario, con sueldos ínfimos porque la gente no está calificada, pero además se desarraiga de su comunidad. “Hay que llevar el desarrollo allá y no expulsar la mano de obra de las comunidades”.

Hay un enfoque equivocado cuando se habla de desarrollar el ecoturismo, aseguró. “No podemos competir con los destinos de cenotes porque en la Riviera Maya, a pie de carretera hay 50, y hay una gran distancia para que el turismo haga el traslado para ver lo que está a orilla de carretera”.

Lo propio de las comunidades es su cultura, y es lo que  mucho turismo busca”. A este segmento, dijo, sólo se le oferta zonas arqueológicas, “cuando tenemos comunidades con cultura viva y gente interesada en tener la experiencia de ir a una para ver un ritual, conocer cómo es la alimentación, como cultivan”, agregó.

Producción agrícola

La vinculación no es solo mediante el turismo, también es aprovechar la producción agrícola y el mercado de la industria turística que requiere de todos los productos. 

La industria turística de Tulum mantiene una oferta de alrededor de 8000 habitaciones que mantienen ocupación general en promedio de 80%, lo que se traduce en una continua demanda de productos para los huéspedes.