Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- La tienda de abarrotes Dunosusa que se encuentra a escasos metros de palacio municipal, fue clausurada la tarde de este miércoles, lo que causó extrañeza entre los clientes que desconocían los motivos, sin embargo, los sellos de clausura sólo duraron unas cuantas horas, pues a primera hora de ayer, fueron retirados y las cortinas se volvieron a alzar.

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Una fuente del Ayuntamiento, informó que el cierre temporal del establecimiento se originó porque despedía olores fétidos en la parte posterior del inmueble, debido a que no estaba conectado al drenaje sanitario, lo que se descubrió en una visita que realizó personal de Ecología y Fiscalización de la Comuna.

Las quejas contra dicho establecimiento también fueron por contaminación auditiva, ya que los vecinos se quejaban que por las noches se encendía la alarma y no había quien lo apague hasta el día siguiente, además por el exceso de basura que se mantenía en el techo del edificio, sin que nadie se percate.

Sellos de clausura 

Tras la revisión que llevaron a cabo los fiscales, procedieron a ordenar el desalojo del negocio y colocaron los sellos de clausura, los cuales, sin embargo, sólo duraron unas horas, ya que por la mañana del mismo jueves volvió a alzar sus cortinas y el movimiento volvió a su habitualidad, sólo se observaron algunos trabajadores realizando labores de limpieza en el techo.

Romel Cano Álvarez, coordinador de Ecología y Medio Ambiente Municipal, señaló que tras dialogar con los encargados se procedió a  retirar los sellos, pues se había solventado el problema, sin abundar más al respecto.

De acuerdo a datos proporcionados por la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), las colonias Mario Villanueva, Centro y Magisterial, que en total suman 650 viviendas, ya cuentan con el servicio de drenaje sanitario, aunque menos de la mitad de ellos se encuentran conectados, a pesar del apoyo técnico que les han ofrecido a los usuarios.

En julio del año pasado, tras una supervisión que autoridades municipales llevaron a cabo en una treintena de establecimientos comerciales, en su mayoría colindantes con la laguna de Bacalar, se detectó que cuatro de ellos no estaban conectados al drenaje sanitario, lo que provocó su clausura.