María José Castillo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Durante sus primeros tres años de vida, un bebé puede llegar a utilizar hasta seis mil pañales desechables, que, además de representar una fuerte inversión de los padres, tardan hasta 500 años en degradarse.

Así lo explica Zafiro Fierro, empresaria originaria del Distrito Federal radicada desde hace 25 años en Cancún, quien, siete años atrás inició junto con su mamá, un negocio de confección de pañales reutilizables hechos con tela de bambú.

“La empresa lleva siete años, la creó mi mamá en Canadá, ella es mexicana que vive en Canadá hace muchos años, y ella empezó porque llegó la mejor amiga de mi hermana con un pañal de tela de Australia puesto en su bebé y  mi mamá es costurera de alta costura en Canadá, compite y demás y siendo perfeccionista vio ese pañal y dijo, no pues yo puedo mejorarlo; conocía los beneficios del bambú y lo empezó a hacer”, relata la emprendedora desde su negocio-boutique EcoKreations, ubicado en plaza Las Avenidas.

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Y fue así como la empresa nació en Canadá, lugar de residencia de la madre de Zafiro, quien cuatro años después trajo el negocio a Cancún y lo mantuvo, primero desde su casa, hasta convertirse en lo que es ahora: una empresa sustentable que exporta sus productos a 18 países, entre los que se encuentran Inglaterra, Suiza, Alemania, Turquía, Colombia, Venezuela, Argentina, Estados Unidos y por supuesto Canadá.

La empresaria, de 41 años de edad, actualmente lidera una compañía en la que emplea a mujeres de la zona maya y madres solteras, quienes se encargan de la elaboración de los pañales y de cada uno de los accesorios que éstos requieren.

Además, en el pequeño taller también se confeccionan mantas, baberos, vestidos, mamelucos e incluso sábanas y algunas prendas para adultos, todas hechas con material textil de bambú.

Ejemplo de sustentabilidad

Pero la labor ecológica de esta compañía no se queda en evitar que cada bebé deseche en promedio 2 mil pañales al año, sino que se compromete a que sus propios pañales no contaminen y prolonguen su vida útil incluso después de que se haya agotado la posibilidad de que sean usados por un bebé.

“Los pañales pueden servirle hasta a dos bebés; luego, los clientes pueden traer sus cubrepañales, que tienen un recubrimiento impermeable respirable, y en el taller se los convertimos en un  tapete de baño para el bebé”, explica.

Además, al momento del desarmado de la pieza, se recuperan los botones e incluso en algunos casos las etiquetas.

Cuando los pañales no han agotado el tiempo que pueden ser usados por un bebé, se informa a los clientes que pueden llevarlos a la compañía para que éstos sean entregados a madres solteras o a quienes cuidan de bebés abandonados, mismos que reciben apoyo en la Fundación Casa Zanú.

“Siempre he dicho que el enemigo no son las otras empresas de pañales reutilizables sino los pañales desechables”, concluye Zafiro.