Convierten el Cenote Azul en un basurero

Gran parte de la vegetación que rodea el Cenote Azul, se observa devastada por la mano del hombre.

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Uno de los principales atractivos turísticos de Bacalar se encuentra invadido de desechos. Además, particulares han ocupado una parte de la foresta que lo rodea como estacionamiento
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Javier Ortiz / SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Uno de los principales atractivos de Bacalar, el Cenote Azul, se ha convertido en basurero de material de relleno y desechos inorgánicos. Está rodeada de mangle, especie protegida por la legislación ambiental desde el 2007.

Héctor Ic Rodríguez, presidente de la AC “Bacalar Consciente”, consideró urgente la atención de las autoridades ecológicas en sus tres niveles, para determinar el grado de afectación que pudiera presentar, tomando en consideración la fragilidad del ecosistema, rodeada de manglares, fauna y flora diversa, que sirven de barrera natural para su conservación.

A simple vista se puede observar espacios devastados y ocupados como estacionamiento, además de amontonamiento de material de relleno y basura diversa en todo su alrededor. El cuerpo lagunar, considerado ícono en el Pueblo Mágico y lugar de visita obligada, se encuentra rodeada de un “cinturón” de vegetación diversa.

Sin embargo, en la parte de la avenida costera, los vecinos ganaron espacio y construyeron sus estacionamientos, para lo cual tuvieron necesidad de avanzar hacia la orilla del cenote. En algunos casos, es común observar embarcaciones que reciben mantenimiento, lo que podría derivar en un derramamiento de combustible y se desconoce dónde va a parar el aceite quemado que desechan.

Hacia dentro de la vegetación se puede observar caminos que personas improvisaron para llegar  ese profundo cuerpo de agua, donde se puede observar pañales desechables, toallas higiénicas, envases de cerveza, refrescos, bolsas de basura diversa, entre gran variedad de desechos.

Gran parte de la vegetación que rodea el Cenote Azul, se observa devastada por la mano del hombre.

De acuerdo con Alfonso N., quien cuida una de las viviendas cercanas, señaló que de pronto llegó un grupo de personas que con machete en mano se dedicó a “chapear” la orilla del cenote, hasta que llegaron los ejidatarios a parar los trabajos.

Entre la flora diversa que rodea ese ecosistema, se encuentran manglares que fueron alcanzados por el machete y terminaron enterrados por material de relleno.

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