Manuel Salazar/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- Trabajadores del Ayuntamiento local propinaron una corretiza al presidente municipal, Sebastián Uc Yam, en busca de que sean atendidas sus demandas previo al inicio de su segundo y último informe de actividades, al que asistieron menos de cien personas ajenas a la estructura municipal. 

Elementos de la policía municipal armados con metralletas custodiaron la entrada del Instituto Tecnológico de Felipe Carrillo Puerto en cuyo auditorio se realizó la sesión solemne de Cabildo; los 272 trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento arribaron al recinto desde las 08:00 horas, ahí esperaron la llegada de la autoridad municipal para exponerle sus requerimientos. 

“Nuestra intención no es boicotear el informe del presidente ni oponernos, mucho menos agredirlo, queremos sí, que nos escuche, que atienda las solicitudes que le hicimos y que de entrada a la exigencia para cambiar de categoría de 47 nuevos compañeros que desde hace un mes por decisión de la asamblea están ocupando espacios que han quedado vacantes por el fallecimiento de la mayoría de los titulares”, señalaba Armando Reyes Hernández, secretario general de los empleados al dialogar previamente con el director de Seguridad Pública municipal sobre su presencia en el sitio.

Con todo y lluvia, atravesando un lodoso camino recién abierto y con toda la intención de burlar a los empleados que vigilaban el acceso y las calles cercanas, el alcalde apareció a unos cien metros detrás de la escuela corriendo para tratar de alcanzar una entrada posterior del Tecnológico, provocando que decenas de los trabajadores emprendan la carrera, lo sigan y otros ingresen por la entrada principal para atajarle el paso buscando evitar que ingrese al recinto del informe antes de que les escuche.

Seguido de los trabajadores y con policías municipales tratando de protegerlo y llevarlo hasta el interior del auditorio, finalmente Uc Yam llegó al edificio, pero se encontró con que los agentes por dentro habían atrancado la puerta en un afán por evitar que los obreros ingresen al espacio, siendo alcanzado ahí y obligado a recibir un nuevo documento en el que le repiten las peticiones hechas desde hace varios meses y que no han tenido eco.