'El viaje más largo', la séptima copia del Diario de una Pasión

George Tillman Jr., director, usa todos los trucos de la franquicia construyendo momentos acaramelados.

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El héroe es sólo tan grande como el villano y en el romance. (Redacción/SIPSE)
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Por Rafael R. Deustúa

Hay chicas que odian la franquicia de “Rápidos y Furiosos” y probablemente fueron arrastradas por sus novios, el fin de semana pasado, a ver su séptima edición. Este fin de semana tienen la venganza a la mano con la séptima copia del “Diario de una Pasión” que el novelista Nicholas Sparks y Hollywood han ideado: “El viaje más largo”.

Sofía, estudiante de arte a punto de graduarse, asiste con sus amigas a un rodeo donde queda hipnotizada por un Luke, un jinete de toros y el impacto es mutuo, pero ella está a punto de irse a vivir a la gran ciudad mientras que su rancho es todo el mundo para él. Como Sparks sabía que esa historia la contó en “Diario de una pasión”, ahora agregó una historia paralela a través de las cartas de un anciano moribundo a su amada esposa... sí, ella amaba el arte y él era un hombre de acción.

Las historias de Sparks son tan predecibles como las de “Rápidos y Furiosos”, tienen el mismo valor artístico y son igual de entretenidas en sus respectivos géneros. También son mejores unas que otras, dentro de la misma franquicia, pero “Diario de una pasión” sigue sin ser superada y en éste caso, “El viaje más largo” se queda a medias y en buena media es porque media película la eleva y la otra la hunde.

George Tillman Jr., director, usa todos los trucos de la franquicia construyendo momentos acaramelados con la química de sus estelares y apoyándose en una fotografía de postal para enmarcarlos. Le dieron buenos actores, Britt Robertson y Scott Eastwood para la historia actual y Jack Huston con Oona Chaplin para la antigua, ambientada en la Segunda Guerra Mundial, su problema es que estos dos últimos les roban cámara a los primeros, en buena medida porque tienen una mejor historia con la cual trabajar.

El héroe es sólo tan grande como el villano y en el romance, el amor de los protagonistas es tan grande como los obstáculos que deban vencer; Nicholas Sparks olvidó eso y dio mayores obstáculos a la pareja del pasado, al grado que ningunean a la del presente. Incluso uno lamenta cuando volvemos a la actualidad tras los fragmentos que nos dan del pasado y en definitiva debieron haber elaborado más esa historia para presentarla sola.

El filme es para los seguidores de éste estilo de género  y para quienes quieran suicidarse con un coma diábetico.

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