Gustavo Villegas/ SIPSE
COZUMEL, Q. Roo.- Tan solo en la Sociedad Humanitaria de Cozumel este año fueron sacrificados 22 perros y gatos a los que se les detectó moquillo y desde el mes de octubre de 2016 se alertó al ayuntamiento de la situación, informó Laura De la Fuente Alcalá coordinadora general de la Sociedad Humanitaria Cozumel.

Por su parte la diputada Sara Latife Ruiz Chávez solicitará la intervención del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para que se certifique el estatus sanitario de Cozumel y evitar que el problema desatado en el Centro de Control Animal (CCA) por el mal manejo de perros detectados con este enfermedad empeore.

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Mientras tanto el CCA ya está en cuarentena y fuera de operación, no así el rastro municipal que pese a las anomalías detectadas sigue operando.

El ayuntamiento de Cozumel tiene 10 días para cubrir las irregularidades que se detectaron luego de la visita el miércoles de José María Hernández, verificador de riesgo sanitario en la zona centro de Quintana Roo adscrito de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Personal al interior de la dependencia planteó que las anomalías detectadas giran en torno a la falta de capacitación del personal, escasa higiene en el manejo de los productos; esto además de temas de infraestructura que ya se le notificó al ayuntamiento que encabeza Perla Cecilia Tun Pech.

Personal de la Cofepris

Pese a todo esto el personal de la Cofepris en la isla no suspendió la operación del rastro pues el análisis indicaba que el hacerlo significaría incentivar que matanza clandestina.

Casi al cierre de este adición personal al interior del palacio municipal reveló que Miguel Ángel Nadal Novelo, procurador de Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo, ha intentado tener comunicación telefónica con la alcaldesa desde los primeros dias en que se dio a conocer la noticia del sacrificio de los 22 canes pero esta se ha negado a contestar las llamadas.

Por lo que toca a la inspección realizada por Elizabeth Martínez Corral, líder del proyecto de Salud Ambiental de la Cofepris en la zona norte de la entidad ese mismo día, esta resultó en una falta de documentación adecuada por lo que ya se están haciendo los trámites para corregir esta situación.

Más tarde Laura De la Fuente dijo que hasta la fecha no se han esclarecido los hechos en torno al sacrificio de los 22 perros y puntualizó que la Sociedad Humanitaria desde octubre de 2016 alertó al ayuntamiento de la posibilidad de un brote de moquillo pero no se les hizo caso.

Protocolos establecidos

Recalcó que no se respetaron los protocolos establecidos para evitar la lamentable situación y no pudo responder de forma afirmativa al ser cuestionada si Lisset Fernández del Castillo, responsable del CCA, demostró tener experiencia en el manejo de este tipo de crisis.

En cuanto a las afirmaciones de la presidenta municipal de que los perros debieron sacrificarse porque el doctor Raúl Rosado no cumplió con la promesa de entregar las dosis de pentobarbital, dijo que esto es falso. El pentobarbital es un anestésico general barbitúrico para animales y se utiliza para aplicar la eutanasia.