Rinde tributo como sus ancestros mayas, con permiso a los aluxes

El jefe de familia prendió una veladora en el altar de los aluxes y colocó en ofrenda un tamal.

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Don Fernando, en el centro de su solar, conserva un templo de piedra. (Luis Soto/SIPSE)
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Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Con gran devoción, Fernando Chuc le da la despedida a las ánimas, lo hizo con su abuelo, con su padre y ahora a sus 81 años, los revive en su memoria, ofrendándoles en el altar su Hanal Pixán “comida para las ánimas”, al lado de su familia, esposa Emilia de 102 años, de sus nietos y amigos que lo acompañan a esta despedida.

En su hogar, desde el 31 de octubre y 1 de noviembre, le dan la bienvenida a sus muertos de una manera peculiar, lo hacen con la preparación de tamales estilo Veracruz, ponen chocolate caliente, pan de muerto y alguno que otro guiso predilecto de aquellas  ánimas que llaman a su morada.

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Pero no solo a sus muertos les rinde tributo, también lo hace como sus ancestros mayas, con permiso a los aluxes, aquellos señores del monte que cuidan su hogar para que les permitan la llegada de sus difuntos a su casa.

La casa de Don Fernando es una de las primeras en establecerse en el ejido de Isla Mujeres, “Rancho Viejo”. En el centro de su solar conserva un templo de piedra, es un vestigio prehispánico en el que por años la gente le ofrendaba a los señores del monte comida, dulces, agua, y alguna que otra bebida para que cuidara su hogar, la siembra y sus animales. 

En el último día de noviembre, la costumbre del Hanal Pixán los preparativos ahora son para despedirlos y para agradecer a los señores del monte por aquellos alimentos que les da la tierra: maíz, frijol, puerco, gallina, pues todos ellos los obtuvieron del campo donde habitan.

“No queremos que se enojen, por eso siempre los tenemos contentos con dulces, comida, agua, ahora les agradecemos porque nos dieron la comida para nuestros difuntos”, dijo convencido Don Fernando al colocar un plato con el tradicional mucbipollo (tamal de maíz, con achiote, carne de cerdo, jitomate, pollo, epazote y cebolla), alimento yucateco que se hace en honor a los muertos.

Contó que a los aluxes se les incluye en la celebración porque los alimentos que se utilizan para el Hanal Pixán, ellos lo cuida, por ello, cada vez que se mata un animal se le hace una ofrenda, de lo contrario los señores del monte son capaces de matar a todas las gallinas y los animalitos o perderte en el monte… con la naturaleza y los duendes no se mete uno, agregó.

Para Leticia Castillo López, nieta de Don Fernando, la tradición debe continuar por generaciones, así que ella es la que encabeza ahora los preparativos del Hanal Pixán para despedir a sus difuntos y lo hace con la misma devoción de su abuelo.

Cuando todo estuvo listo, Don Fernando, con ayuda de su nieta Leticia, prendió la veladora en el altar de los aluxes y les colocó en ofrenda un tamal, “…cuídanos a nuestros animalitos y cuídanos a nosotros…”

(Fotos y video: Luis Soto)

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