Edgardo Rodríguez/SIPSE
RÍO HONDO, Q. Roo.- Productores de maíz de Quintana Roo temen mayores afectaciones en sus cultivos por el cambio climático, debido a que diversas organizaciones ambientales han alertado sobre la expansión y aumento del fenómeno climatológico conocido como “El Niño”.

Eduardo Luna García, presidente del Sistema Producto Maíz, reconoció que el cambio climático es una realidad y ello ha propiciado grandes pérdidas en el cultivo de granos en Quintana Roo y en diversas partes del mundo, pues las sequías ahora son más prolongadas y las precipitaciones se han retrasado o disminuido.

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El entrevistado dijo que para el cierre del 2015 se perdieron más de 33 mil hectáreas de maíz convencional o de autoconsumo, y por lo menos otras tres mil hectáreas de grano de alto rendimiento, lo anterior a consecuencia de la sequía atípica que se presentó durante el tercer trimestre del año y que afectó a varios cultivos de la entidad.

Pérdidas en los cultivos 

Comentó que el cambio climático ha generado pérdidas importantes en el sector agrícola, pues al menos en el cultivo de maíz durante los últimos tres años se han tenido daños o mermas en el grano, pues aunque el año pasado fue por sequía, durante el 2014 fue por exceso de lluvias.

De acuerdo con Alfredo Ramos Tescum, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en la entidad, las condiciones para que estos fenómenos se hagan presentes se deben al impacto del cambio climático, el cual impacta diversas regiones del mundo, ya que actualmente está ocurriendo el anómalo conocido como “El Niño” y eso hace que las condiciones de variación de los patrones climáticos se presenten en algunas partes de México, cambiando significativamente las temperaturas.

Comentó que estos cambios,  están generado afectaciones en diversos cultivos y esto genera que los productores ya no tengan los mismos rendimientos que en años anteriores e incluso que se den pérdidas constantes ante la falta de agua o exceso de la misma.

Ante ello, aseguró que las organizaciones nacionales y mundiales deben establecer las medidas necesarias para mitigar la generación de gases que propician el efecto invernadero, que a su vez ocasiona fenómenos climatológicos.