Cultivos de traspatio vuelven a unir a las familias

En este tipo de actividad participan desde los niños hasta el papá y la mamá.

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El cultivo de traspatio representa un ahorro económico para la familia. (Manuel Salazar/SIPSE)
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Manuel Salazar/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- Convertidos en una actividad que involucra a toda la familia, pero que al mismo tiempo representa una alternativa no solo de ingresos sino de evitar gastos que genera el consumismo de productos ofrecidos abiertamente en los mercados y espacios comerciales locales, los huertos de traspatio han venido ganando terreno nuevamente en la Zona Maya del estado como una forma de apuntalar desde diversos frentes la economía familiar.

Carlos Torres Sabido, Secretario General de la Confederación Nacional Campesina (CNC) explica que esa actividad tiene sus orígenes desde tiempos remotos, en que los ancianos e integrantes más antiguos de las familias preparaban un espacio en la casa para sembrar algunas de las plantas que más utilidad tienen en la cocina de las comunidades rurales tales como la hierbabuena, cebollina, cilantro, chile habanero, tomate, ruda, albahaca y orégano, solo por mencionar algunas.

 “Esos eran los almácigos que se usan hasta ahora, ese preparado de tierra enriquecida con fertilizantes naturales que son totalmente orgánicos como hojas, eses de gallina o ganado y tierra, son utilizados como semillero para la siembra por ejemplo de chile o tomate, que luego son trasplantados a espacios mayores para lograr que generen un mayor volumen de producto”, dice.

Una tarea familiar

Lo más importante para nosotros en los cultivos de traspatio que por mucho tiempo impulsó el gobierno estatal en otros tiempos, es la forma en que involucran a toda la familia, es una manera de generar convivencia, interés y el sentido de pertenencia que despierta ese tipo de actividad pues participan en forma natural desde los niños que riegan las plantas, el papá, la mamá que vigilan el desarrollo del sembrado, los hermanos que ayudan en la limpieza hasta los abuelos que eventualmente riegan los sembradíos que no son grandes extensiones, afirma Ubaldo Cen Canul, habitante de la comunidad de Chan Sant Cruz.

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Otro de los valores agregados que desde el punto de vista familiar otorga mayor valor al cultivo de traspatio es precisamente el ahorro económico que representa, “Nos da gusto que esa costumbre regrese a las familias, antes casi nada se tenía que comprar, si querías huevo solamente visitabas el gallinero, estirabas la mano y disponías de tres o cuatro piezas que la jefa de familia preparada con hierbabuena o cebollina, si querías tomate y chile dabas la vuelta a la casa y cortabas de las plantas que se regaban todos los días total y absolutamente fresco, si necesitabas agua de sabor bastaba cortar algunas naranjas, limones, mandarinas, tamarindo, guanábana o pitahaya del patio y se preparaba en la casa, era una economía que ahorraba y que además unía a la familia en un solo propósito, asegura el dirigente de la CNC en el municipio.

Tanto el campesino como el dirigente en este municipio dejaron entrever que esa actividad, el impulso a los cultivos de traspatio está generando en la Zona Maya del estado, un cambio social que ha nacido paralelo al encarecimiento de los productos en los mercados y tiendas locales.

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